Editorial: Suecia: ¿Estado fallido? - 04/10/23

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La voz con cesarvidal desde el exilio.

No, voy a ser afuera. No, voy a ser afuera, solo como me entiendo.

Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches y muy bienvenidos a esta nueva singladura de la voz. Soy César Vidal. Hoy es el miércoles 4 de octubre de 2023 y me dirijo a los hispanoparlantes de ambos hemisferios, a los situados a uno y otro lado del Atlántico y del Pacífico, y, como siempre, lo hago desde el exilio Corría el año 1974, cuando recibieron en el premio Nobel de Economía dos personajes notables. El primero era Friedrich Hayek, un economista liberal clásico, y el segundo, de mucha mayor repercusión social, fue el sueco Karl Gunnar Mirdal. Desde los años 20 del siglo pasado, mirdal constituyó un referente de la economía mundial, adelantándose en años a las tesis de John Meiner Keynes e insistiendo en que la economía no podía verse contaminada por las visiones de los políticos. Mirdal se opuso decididamente al nazismo.

Durante la Segunda Guerra Mundial estudió el racismo en Estados Unidos, influyendo de manera directa y confesa en sentencias del Tribunal Supremo. Se manifestó absolutamente contrario a la guerra de Vietnam y, de manera muy especial, tanto en el Parlamento como en el gobierno de Suecia, ayudó a crear un sistema de bienestar social que durante décadas fue visto como modélico tanto desde la izquierda como desde la derecha. A Mirdal se debió en no escasa medida lo que se denominó la creación del paraíso sueco. En las últimas horas hemos tenido nuevas noticias sobre la situación de orden público en Suecia. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes.

Primero, suecia es una nación escandinava situada en el norte de Europa. Su población es ligeramente superior a los 10 millones de personas. Segundo, aunque la forma de estado es monárquica, suecia ha estado gobernada por gobierno social demócrata durante la mayor parte del siglo XX, aunque las reformas sociales ya fueran iniciadas en el año 1913 por el partido liberal. Tercero, actualmente Suecia sigue siendo uno de los países con mayor índice de desarrollo humano, encontrándose entre las 20 economías más grandes del mundo. Cuarto Igualmente, suecia suele tener puestos elevadísimos en el índice de democracia. Así, por ejemplo, el del año 2006 lo colocó en el primer lugar de su lista de 167 países. Quinto, a pesar de algunas reformas realizadas en los años 90 para evitar el colapso del estado de bienestar, suecia sigue manteniendo el modelo nórdico de bienestar, que brinda asistencia sanitaria universal y educación terciaria gratuita a sus ciudadanos, entre otros muchos beneficios sociales. Sexto, los ciudadanos suecos cuentan además con una esperanza de vida que es casi cinco años mayor que la de los ciudadanos de Estados Unidos.

Séptimo, a pesar de todas estas circunstancias que durante décadas atrajeron la admiración hacia Suecia, en estos momentos está a punto de convertirse en un estado fallido. Optavo La razón de ese deterioro de Suecia es el aumento del número de inmigrantes, que en estos momentos superan los dos millones de personas y constituyen el 19.31 por ciento de la población. Noveno El hecho de que, además, esa inmigración proceda mayoritariamente de naciones islámicas ha añadido gravedad al problema de manera especialmente angustiosa durante la última década. Décimo Es común que ya existan zonas en ciudades suecas, incluida la capital, donde la policía no se atreve a entrar por temor a los inmigrantes. Un décimo El año pasado más de 60 personas murieron en tiroteos en Suecia, el número más alto del que se haya tenido registro hasta la fecha, y se espera que este año la cifra sea igual o peor. Dúo décimo Un informe oficial del gobierno publicado en el año 2021 señaló que cuatro personas de cada millón de habitantes estaban muriendo en tiroteos al año en Suecia, comparado con el 1,6 por millón de habitantes en el resto de Europa. Décimo tercero La semana pasada, tras tener lugar tres asesinatos en menos de 24 horas y 12 asesinatos en los últimos 21 días, el gobierno sueco decidió solicitar la ayuda del ejército para mantener el control de las calles.

Décimo cuarto Hace sólo una semana un joven fue asesinado durante un tiroteo en un barrio residencial de la capital, estocolmo. El suceso tuvo lugar cerca de un centro deportivo donde un grupo de niños disfrutaba de un entrenamiento. Décimo quinto Otro tiroteo tuvo lugar apenas unas horas después en otro barrio de Estocolmo, donde dos personas resultaron heridas, una de las cuales murió Posteriormente. La noche del miércoles al jueves se produjo una explosión en un barrio de la ciudad universitaria de Uppsala, que acabó con la vida de una joven de 25 años. Décimo sexto La misma oposición, encabezada por la socialdemócrata y antigua primera ministra Maddalena Anderson, ha aplaudido el recurso a las fuerzas armadas y ha pelado además a la unidad entre partidos.

Décimo séptimo Una parte más que relevante de estos crímenes derivan de la acción de pandillas formadas por inmigrantes de origen islámico, a las que se unen incluso niños. Décimo octavo Un ejemplo de esa acción de pandillas extranjeras es la red Foxtrot, acaudillada por Rahu Amajit, apodado el zorro curdo, e Ismail Abdó Supuestamente ambos delincuentes residen en Turquía, desde donde coordinarían todas las operaciones delictivas. Décimo noveno A partir de ahora, el ejército se desplegará en las calles para colaborar con las autoridades policiales en labores de vigilancia, logística o análisis de la denominada extremadamente excepcional situación que atraviesa Suecia. Y vigésimo, tampoco se descarta en prender una reforma legal, ya que, según palabras del primer ministro, la legislación actual no está diseñada para guerras de pandillas y niños soldados. Las reformas se centrarían en un endurecimiento de penas en los delitos violentos y, de manera muy especial, en reformas en materia de inmigración que permitieran realizar deportaciones con más rapidez.

Durante décadas Suecia constituye un ejemplo de estado próspero, seguro y avanzado. Tanto izquierdas como derechas contemplaban con admiración un modelo en el que la solidez democrática y la esperanza de vida superaban a las denaciones como Estados Unidos, gran Bretaña y Francia, donde la educación de auténtica calidad estaba abierta de manera gratuita a todos y donde la sanidad pública universal y de calidad realmente se correspondía con ese enunciado. Suecia parecía reunir todos los posibles beneficios del socialismo con los de la democracia liberal y la existencia de una monarquía, y durante la guerra fría supo además mantener una neutralidad ejemplar. Cuando, en los años 90, los elevados impuestos hicieron tambalearse el sistema, los propios socialdemócratas suecos supieron reformarlo arrancando el adhoctrinamiento del sistema educativo, limitando el gasto público e incluso privatizando.

De esa manera, suecia entró en el siglo XXI convertida todavía en un referente de conquistas sociales, con un índice de limpieza democrática muy superior al del resto del mundo. Ese sueño sueco, prácticamente desconocido a este lado del Atlántico, pero muy presente en la parte europea del mundo, comenzó a resquebrajarse de manera acelerada con la llegada masiva de inmigrantes. Durante décadas, suecia había recibido refugiados de diversos lugares y un número pequeño de inmigrantes que en general eran europeos, que se adaptaban con facilidad al país y que incluso, al final de un tiempo, regresaban a su lugar de origen con el dinero ahorrado. Su asimilación y, desde luego, la convivencia pacífica y armoniosa no planteaban el mas mínimo problema. Sin embargo, esa situación cambió de manera dramática al encontrarse suecia en el seno de una Unión Europea que mantenía criterios laxos para la recepción de inmigrantes procedentes de África y del Oriente Musulmán.

La concentración de los inmigrantes en barrios concretos determinó de manera acelerada una disminución de la seguridad en las calles, un desplome del precio de las viviendas de la vecindad, un descenso de la calidad de los servicios públicos, que ahora se veían saturados, y un aumento alarmante de la criminalidad. De esa manera la Suencia, que ya en los años 80 había empezado a cerrar prisiones por la sencilla razón de que no había delincuentes para ocuparlas, descubrió que los recién llegados imponían sus criterios, aterrorizaban a indefensos ancianos y niños y establecían incluso en la capital estocolmo, zonas en las que ni siquiera la policía se atrevía a entrar y, caso de hacerlo, adoptaba la manera de convoyes militares. Así, un 20% escaso de la población venido de fuera determinaba, de manera violenta y miserable, el destino del 80% de esa misma población, de los mismos suecos. Ante el peso cada vez mayor de las bandas callejeras, que en España un miembro del gobierno catalán llegó a calificar como una forma de vida, el gobierno sueco se ha visto finalmente obligado a recurrir al ejército para mantener el orden público, y la oposición social demócrata no solo lo ha apoyado, sino que incluso respaldará normas más restrictivas para la inmigración. Sin embargo, no es nada seguro que esas medidas puedan garantizar el futuro pacífico de una Suecia que vivió sin duda tiempos mejores.

Por el contrario, cabe preguntarse si esa inmigración descontrolada e impulsada por la agenda globalista no pretende primero hacer saltar la convivencia social, convirtiendo incluso a las prósperas sociedades del norte en lugares invivibles, violentos e inseguros, y si, en segundo lugar, una vez destruida la prosperidad, la paz y el bienestar de esas naciones, el siguiente paso será la utilización del ejército como un instrumento para mantener sometidos a los ciudadanos con más facilidad.

Sea como sea, lo cierto es que hubo un país llamado Suecia, que muchos consideraron, o llegamos a considerar, un paraíso y que ahora va camino de convertirse en un estado fallido. Es una lección que otras naciones deberían aprender ya, antes de que sea demasiado tarde. Pero no se dejen llevar por el desánimo, la frustración. Y es que, a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes, es solo porque se les contempla de rodillas, y ya va siendo hora de ponerse en pie. Mientras tanto, en el tiempo que han necesitado ustedes para escuchar este editorial, la deuda pública española ha aumentado en más de 7 millones de euros y que sepan que, en no escasa medida, ese aumento de la deuda está relacionado con los beneficios sociales que se dan a inmigrantes y legales. Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches.

Les ha hablado César Vidal desde el exil que Dios los vendió. Esta sección está patrocinada por crowdfunding con el siguiente mensaje Nuestro Señor Jesucristo, el único Dios verdadero, es misericordioso y nuestro Salvador.