Editorial: El día internacional del libro - 23/04/24

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Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches y muy bienvenidos a esta nueva singladura de La Voz. Soy César Vidal. Hoy es el martes 23 de abril de 2024 y me dirijo a los hispanoparlantes de ambos hemisferios, a los situados a uno y otro lado del Atlántico y del Pacífico y, como siempre, lo hago desde el exilio Corría. El año 1966, cuando un niño que iba a cumplir ocho años de edad fue llevado por su madre a una pequeña librería situada en el boulevard del Puente de Vallecas, un barrio popular de Madrid. El propósito de aquella visita a un sitio repleto de objetos de escritorio, de compases y de plumas estilográficas, era que el niño pudiera escoger dos libros como regalo de cumpleaños. La madre había insistido en que uno de ellos fuera Corazón de Edmundo de Amicis, porque recogía las vivencias de un niño que iba al colegio y además contenía multitud de cuentos, como de los apeninos a los andes o el pequeño escribiente florentino. El niño aceptó el consejo de su madre y además, por su cuenta, eligió Ben Hur de Luis Wallace, porque guardaba un recuerdo borroso pero grato de aquella película en la que Charlton Heston encarnaba al protagonista.

Poco podía imaginar aquel niño que, leyendo aquellos dos libros, de él brotarían dos deseos que iban a acompañarlo ya durante el resto de su vida. El primero fue el de tener una biblioteca propia, distinta de la de su padre, de la que venía aprovechándose desde los tres años de edad. El segundo fue el de llegar a ser escritor, un día, porque había llegado a la conclusión de que tenía que resultar maravilloso conseguir que los demás disfrutaran con lo que él escribía de la misma manera que él disfrutaba con lo que escribían otros. No sin peripecias, no sin idas y venidas, no sin golpes y ataques, no sin pérdidas a veces cuantiosas, los sueños de aquel niño se convirtieron en una realidad innegable, porque ese niño del que les estoy hablando es quien ahora se dirige a ustedes. Hoy que es el 23 de abril de 2024, día Internacional del Libro, quien ahora les habla ha considerado oportuno recordar aquella pequeña historia infantil que tuvo lugar en una librería-papelería de un suburbio de Madrid, donde lo mismo se podía comprar una caja de acuarelas que unos cuadernos, que un ejemplar del Quijote o uno de aquellos libros de la desaparecida y añorada colección historias del editorial bruguera, por cierto que aquella librería papelería cerró hace ya bastantes años.

En esta época en que el tablet o el teléfono móvil han ido sustituyendo los libros, es más urgente que nunca recuperar su presencia entre nosotros. Olvídense seguramente de lo que se publica, porque suele ser malo, grosero y tendencioso, pero recorran, como aquel niño, aquel universo extraordinario. Donde podrán contemplar la astucia incombustible de Odiseo en la epopeya que lleva su nombre. Donde podrán descubrir el altivo valor de Aquiles y el sereno coraje familiar de Héctor en la Iliada. Donde encontrarán la isla del tesoro en compañía de un huérfano y de un pirata con pata de palo. Donde navegarán con Pedro Simple en su trayectoria de grumete almirante.

Donde podrán viajar 20.000 leguas de viaje submarino o surcar el firmamento cinco semanas en globo, o descender en un viaje hasta el centro de la tierra. Donde podrán vivir con Mowgli entre los lobos o intentar ser reyes de Kafiristán. Donde podrán vivir con Mogli entre los lobos o intentar ser reyes de Cafiristán. Donde podrán conocer el secreto del embalsamamiento de las momias de la mano de Sinúel egipcio, o recorrer el Mediterráneo acompañando a Turmo el Etrusco o contemplar la sublevación de Espartaco. Donde podrán aspirar a hacer justicia al lado del conde de Monte Cristo o acompañar a los tres mosqueteros y d'Artagnan en su intento de salvar a la reina. Donde conocerán la redención de Jean Valjean y su intento de ayudar compasivamente a los miserables o saltarán por las alturas de Notre-Dame en compañía de un sordo jorobado. Donde recorrerán, al lado de un hidalgo loco y de su escudero, las polvorientas sendas de España esperando hacer una justicia totalmente imposible en esa tierra.

Donde tendrán la posibilidad de descubrir el tesoro oculto en la cueva de los 40 ladrones o de contemplar cómo existen genios escondidos en anillos y en lámparas. Donde aguzarán el ingenio para descubrir a criminales en compañía de seres extraordinarios como Sherlock Holmes, hercule Poirot o Hillary Quinn. Donde descenderán a los infiernos en la tierra en compañía de Dostoyevsky o de Solzhenitsyn. Donde descubrirán el amor bueno y el amor malo junto a Nacarenina y a Kitty, o contemplarán la posibilidad de experimentar una resurrección en este mundo. Donde emprenderán el camino hacia los cielos de la mano de Virgilio y Dante.

Donde viajarán a ese sur que el viento se llevó o donde se considera un pecado grave, gravísimo, matar a un ruiseñor. Donde se preguntarán por quién dobla las campanas o entenderán por qué París era una fiesta. O asistirán a la lucha de un viejo con el mar. Donde conocerán los gozos y las sombras en un pueblo gallego, o descubrirán el entretejimiento de las más diversas pasiones en la villa de Betusta, donde incluso se encontrarán con personajes creados por quien ahora se dirige a ustedes, como Levendig, artorius, belena o el exiliado, donde conocerán las profecías que anuncian al Redentor del mundo en textos como los de David o Isaías y donde escucharán, en fin, palabras que llevan a la vida eterna de los labios de Jesús.

Todo eso, y mucho, muchísimo más, podrán encontrarlo en los libros Hoy. Permítanme que les dé un consejo Háganse con un buen libro. Permítanme que les dé un consejo Háganse con un buen libro Si no saben hacia dónde dirigirse, si desean orientación, pueden ir a las recomendaciones de la gran literatura en wwwcesarvidaltv y allí escoger un libro Sin prisas, con calma, quizá acompañados de un té o de un refresco. Siéntense a leerlo, paladéenlo, disfrútenlo, recréense en él como uno de esos placeres que son especialmente sanos, provechosos y económicos. Es la mejor manera de celebrar el día del libro Y es también una de las mejores formas de disfrutar el paso por esta vida en camino hacia la siguiente.

Y hoy más que nunca, no se dejen llevar por el desánimo o la frustración, porque, a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes, es sólo porque se les contempla de rodillas. Y ya va siendo hora de ponerse en pie llevando un libro en las manos. Mientras tanto, en el tiempo que han necesitado ustedes para escuchar este editorial. La deuda pública española ha aumentado en cerca de 7 millones de euros y, por supuesto, no ha sido para entregar libros provechosos a los pobres españoles. Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches. Les ha hablado César Vidal desde el exilio. Que Dios los bendiga ¡Pane¡ Oh.