La Voz de César Vidal

Editorial: 4 de Julio en unos Estados Unidos en Crisis - 04/07/24

César Vidal

El editorial de César Vidal.

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¿Qué influencia han tenido los puritanos en la creación de los Estados Unidos y cómo afecta eso a la situación actual del país? En nuestro más reciente episodio de "La Voz con César Vidal", exploramos cómo los principios puritanos han moldeado la nación desde antes de su independencia hasta la Revolución Americana. Este episodio ofrece un análisis profundo de la declaración de independencia redactada por Thomas Jefferson y destaca figuras esenciales como los peregrinos del Mayflower, John Endicott, John Winthrop, Thomas Hooker, John Davenport, William Penn y Roger Williams. También discutimos el impacto duradero de estas figuras en instituciones educativas de renombre como Harvard, Yale y Princeton.

Además, reflexionamos sobre la controversia actual en Estados Unidos, incluyendo la inmunidad del presidente y las preocupaciones sobre la capacidad mental de Joe Biden. Comparando la cosmovisión puritana con la situación de España, discutimos la enorme deuda pública española y la falta de reformas democráticas. Finalmente, ofrecemos una reflexión sobre la continua relevancia de la herencia puritana y concluimos con una bendición para nuestros oyentes y los Estados Unidos de América. ¡No te pierdas este episodio lleno de historia, valores y análisis crítico sobre los desafíos contemporáneos!

Speaker 1:

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Speaker 2:

La voz con César Vidal desde el exilio.

Speaker 1:

No, I won't be afraid. Oh, I won't be afraid, Just as long as you stand. Stand by me.

Speaker 2:

Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches y muy bienvenidos a esta nueva singladura de La Voz. Soy César Vidal. Hoy es el jueves 4 de julio de 2024 y me dirijo a los hispanoparlantes de ambos hemisferios, a los situados a uno y otro lado del Atlántico y del Pacífico, y, como siempre, lo hago desde el exilio Corría. El año 1776, y más concretamente el mes de julio, cuando el norte del continente americano se convirtió en el centro de un conjunto de acontecimientos que tendrían una extraordinaria relevancia para la historia de la humanidad. El día 2 de ese mes, el denominado Segundo Congreso Continental, formado por los patriotas americanos, aprobó una resolución de independencia de Inglaterra. Dos días después, un 4 de julio como hoy, se aprobó igualmente la declaración de independencia de la metrópoli, redactada por Thomas Jefferson. Su contenido estaba directamente inspirado en una declaración puritana anterior, conocida como la declaración de Mecklenburg. Nacía así una nueva nación cuyas bases se derivaban de manera esencial del pensamiento protestante y, de forma muy especial, del grupo de reformados conocidos como puritanos.

Speaker 2:

Se trataba de una cosmovisión expresada, entre otros aspectos, en una doctrina de los derechos del ciudadano como derechos directamente derivados de Dios e inalienables, como era el caso del derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Aunque en aquellos momentos los que realizaban los padres fundadores era novedoso y para muchos resultaba absurdo e incluso inmoral, los Estados Unidos de América acababan de convertirse en un faro de libertad para todo el globo. Hoy se celebra el 4 de julio, la fiesta nacional de los Estados Unidos de América y el aniversario de la declaración de independencia, y se hace además en medio de una crisis que resulta difícil de negar. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes.

Speaker 2:

Primero, la influencia de los puritanos en el desarrollo de los Estados Unidos resultó colosal desde antes de la creación de la nación. Puritanos fueron, por ejemplo, los peregrinos del Mayflower, pero también personajes como, entre muchos otros, los peregrinos del Mayflower, pero también personajes como, entre muchos otros, john Endicott, primer gobernador de Massachusetts, john Winthrop, el segundo gobernador de la citada colonia, thomas Hooker, fundador de Connecticut, o John Davenport, fundador de New Haven. Segundo, esa influencia de los puritanos se extendió incluso a gente de otras denominaciones protestantes, también relevante en las raíces históricas de los Estados Unidos, como fue el caso del cuáquero William Penn, fundador de Pensilvania y de la ciudad de Filadelfia, o del bautista Roger Williams, fundador de Rhode Island. Tercero, esa influencia puritana fue también esencial en el terreno educativo, ya que no en vano la Universidad de Harvard fue fundada por puritanos en 1636, como sucedería también con posterioridad con Yale y Princeton. A diferencia de lo sucedido con las universidades fundadas en el sur del continente, las de los puritanos asumieron el método científico y, a casi cuatro siglos de distancia, siguen estando a la cabeza de las universidades del mundo, algo que no puede decirse de una sola universidad española o hispanoamericana.

Speaker 2:

Cuarto cuando estalló la revolución americana a finales del siglo XVIII, el peso de los puritanos en las colonias inglesas de América del Norte era no sólo más que destacado, sino además incomparable. De los aproximadamente 3 millones de americanos que vivían a la sazón en ese territorio, 900.000 eran puritanos de origen escocés, 600 mil eran puritanos ingleses y otros 500 mil eran protestantes reformados de teología semejante, aunque de origen holandés, alemán o francés. En otras palabras, más de dos terceras partes de los habitantes de lo que sería Estados Unidos eran reformados de orientación estrictamente puritana. Quinto por añadidura, los anglicanos que vivían en las colonias eran en buena parte de simpatías puritanas, ya que se regían por los 39 artículos, un documento doctrinal con esa orientación teológica. Sexto, el escaso tercio restante de los habitantes de los futuros Estados Unidos, en su mayoría se identificaba con grupos de disidentes protestantes como los bautistas o los cuáqueros. Por el contrario, la presencia católica era absolutamente insignificante e incluso los metodistas no habían hecho todavía acto de presencia con la fuerza que tendrían posteriormente en Estados Unidos.

Speaker 2:

Séptimo los ingleses captaron desde el principio el aliento puritano de la rebelión americana, hasta el punto de que en Inglaterra se denominó a la guerra de independencia de Estados Unidos la rebelión presbiteriana y que el propio rey Jorge III afirmó atribuyo toda la culpa de estos extraordinarios acontecimientos a los presbiterianos. Por lo que se refiere al primer ministro inglés, horace Walpole resumió los sucesos ante el parlamento afirmando que la prima América se ha ido con un pretendiente presbiteriano. Octavo, esa influencia puritana se pudo ver en episodios tan significativos como que, cuando el británico Cornwall fue obligado a retirarse para posteriormente capitular en la batalla decisiva de Georgetown, todos los coroneles del ejército americano, salvo uno, eran presbíteros de iglesias presbiterianas. Por lo que se refiere a los soldados y oficiales, de la totalidad del ejército americano, algo más de la mitad también pertenecían a esta corriente espiritual derivada de los puritanos. Noveno la influencia legisladora de los puritanos fue extraordinaria, no sólo en la manera en la que Thomas Jefferson tomó de la declaración puritana de Mecklenburg para redactar la declaración de independencia, sino también en la manera en que se configuró la constitución de los Estados Unidos.

Speaker 2:

Décimo la influencia puritana impidió, de manera consciente que existiera una religión estatal, como la que sufrían naciones europeas como Francia, españa o Portugal, y levantó lo que se conoció como muro de separación entre la iglesia y el estado, garantizando así una libertad religiosa para todos, inexistente en la Europa de la contrarreforma y todavía más amplia que la que existía en buena parte de las naciones europeas protestantes. Esa circunstancia extraordinariamente beneficiosa no pudo tener lugar, por ejemplo, en Hispanoamérica, donde la Iglesia Católica hizo todo lo posible para impedir la libertad religiosa y un sistema político de separación de poderes que derivaba directamente del organigrama eclesial de los presbiterianos, algo que, por supuesto, resultó también imposible en Hispanoamérica. Duodécimo la influencia puritana igualmente cristalizó en un sistema de checks and balance, o frenos y contrapesos, que arrancaban no de un optimismo antropológico, como el que aparecería en las revoluciones europeas e hispanoamericanas, sino de la enseñanza bíblica que señala que el ser humano sufre una naturaleza caída y por lo tanto, jamás puede tolerarse un poder absoluto, ya que se convertiría en absolutamente tiránico. Décimo tercero la influencia puritana garantizó, también en Estados Unidos, la libertad de conciencia y de culto para gente cuya teología o cuya cosmovisión eran muy diferentes, como era el caso de católicos, de judíos o de ateos. Y decimo cuarto, esas bases acabaron permitiendo que Estados Unidos se desarrollara como la primera democracia de la historia contemporánea y también que la nación fuera ocupando un lugar creciente mientras iban desapareciendo importantes imperios que existían en el momento de su nacimiento.

Speaker 2:

La evolución histórica de los Estados Unidos de América constituye una prodigiosa aventura y uno de los ejemplos más palmarios de lo que puede suceder en una nación cuyas bases se asientan no en los criterios de una confesión religiosa, de la masonería, del absolutismo monárquico o del totalitarismo, sino sobre los principios contenidos en la Biblia. A diferencia de Francia, de España o de Portugal, católicas e imperiales, estados Unidos surgió como una nación que se sustentaba en un conjunto de derechos del pueblo y no en la búsqueda del mantenimiento de las prebendas de las castas privilegiadas. Ese cuadro de derechos, entre los que tenían una especial relevancia la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, defendió enérgicamente la libertad de conciencia y de religión y separó de forma radical la iglesia del estado, evitando episodios bochornosos como la Inquisición y sus hogueras, que existían al sur del mismo continente y en la vieja Europa, o también el mantenimiento de una confesión religiosa por la masa de la nación. En Estados Unidos, precisamente por su mayoría protestante, hubo desde el principio libertad de religión para católicos, judíos e incluso agnósticos y ateos. También trazó una visión sin poderes absolutos como los del papa, el emperador o el rey, oponiéndoles una república con separación de poderes y ciudadanos libres e iguales. De la misma manera, convirtió la libertad en un eje esencial de su vida política y, finalmente, y con un enorme pragmatismo, la visión de los padres fundadores, condenó de forma expresa y rotunda las alianzas militares permanentes y afirmó que el lema de Estados Unidos tenía que ser el de alianza militar con nadie y comercio con todos.

Speaker 2:

En otras palabras, la nación era concebida como una república democrática llamada a mantener relaciones comerciales con cualquier nación, independientemente de su ideología o religión, y a evitar las alianzas militares y las guerras. A lo largo de su historia, estados Unidos ha tenido que enfrentarse a terribles retos, como por ejemplo cuando en 1861 los estados del sur pretendieron la secesión por un conjunto de causas, entre las que se encontraba que la institución de la esclavitud, presente por ejemplo todavía en naciones como españa, portugal o bélgica, pudiera ser abolida. A pesar de la gallardía innegable de los ejércitos sureños, sólo una potencia reconoció como estado a la confederación, y no fue otra que el Estado Vaticano, que siempre ha apoyado los intentos de disgregación de las naciones en distintas partes del mundo, como sucede, en el caso de España, con los nacionalismos catalán y vasco, y cómo sucedió en su día con la antigua yugoslamia. Sin embargo, vez tras vez, el sistema americano, concebido a partir de la cosmovisión puritana, consiguió salir vencedor de las peores pruebas. Y fue así porque sus bases eran colosalmente sólidas y arrancaban de la misma Biblia, algo que, por desgracia, no ha sucedido jamás en el centro y el sur del continente americano, ni tampoco en buena parte de la vieja Europa. Precisamente por la existencia de ese pasado, resulta imperioso reflexionar sobre unos Estados Unidos que ahora mismo están atravesando uno de los momentos más delicados y críticos de su historia. No es ni mucho menos exagerado afirmar que no son pocos los riesgos con los que la democracia americana se enfrenta a día de hoy.

Speaker 2:

En primer lugar se encuentra la existencia de un complejo militar industrial que decide, por pura codicia, la política exterior americana y que ha empujado a la nación a guerras que le son beneficiosas económicamente, pero que no coinciden con los intereses del pueblo americano. Así lo ha hecho en lugares tan distintos como Afganistán, irak, libia, siria, somalia o Ucrania. Cada bombardero, cada corazado, cada tanque, cada bala que se fabrica con el dinero de los ciudadanos americanos para llenar las arcas del complejo industrial militar implica robar a esos mismos ciudadanos servicios esenciales en áreas como la sanidad, la educación y la seguridad. Y a día de hoy resulta indiscutible que las guerras han convertido y convierten al pueblo americano en un pueblo más pobre y más inseguro. A eso hay que sumarle el peso agobiante de los lobbies en los procesos electorales, que en no pocos casos, dan la apariencia de estar decididos por el dinero con el que cuentan los candidatos o que incluso llegan a arrojar terribles sombras de fraude, como las últimas elecciones presidenciales.

Speaker 2:

Que un lobby sionista como la AIPAC pueda jactarse de que el 93% de los candidatos a los que apoya resultan elegidos, que el 100% de los senadores y el 90% de los congresistas hayan recibido dinero de lobbies sionistas, deja de manifiesto hasta qué punto el sistema de representatividad electoral se encuentra gravemente enfermo. No menos peligrosas son otras circunstancias, como la concentración de medios de comunicación al servicio del establishment, unos medios en las que ya no cree más de la mitad del pueblo americano, o el intento de crear monopolios que desafíen la ley o la existencia de poderosos lobbies que marcan la política en contra de los intereses del pueblo. A lo anterior se une el ansia por convertir a Estados Unidos en un peón esencial de la agenda globalista, mediante instrumentos como la inmigración masiva de poblaciones extranjeras carentes de una cosmovisión democrática e incluso inclinadas hacia un izquierdismo totalitario, el impulso a la ideología de género más allá de las propias fronteras, una agresiva política exterior turbia a pesar de la propaganda, y un asistencialismo parasitario de raíces católicas. A ese avance de la agenda globalista, que tiene entre sus metas apartar a Estados Unidos de su posición de primera potencia mundial, contribuye de manera decisiva el rápido secuestro del partido demócrata por el globalismo y la extrema izquierda, la utilización del terrorismo callejero de los antifas para atacar las instituciones y la acción subversiva de entidades como Black Lives Matter, que se presentan como un movimiento no sólo contrario al racismo, sino también anticapitalista y antipatriarcal, y que fue fundado y está capitaneado por dirigentes que afirman expresamente ser marxistas. A todos esos peligros se ha sumado la reciente sentencia del Tribunal Supremo que ha declarado que el presidente goza de inmunidad por todos los actos realizados en el ejercicio de su cargo, una resolución aplaudida de manera ciega por los partidarios de Donald Trump, sin percatarse de que ha abierto el camino a colocar a un dictador en la Casa Blanca que jamás respondería por los crímenes que pudiera cometer.

Speaker 2:

La razón de esta innegable y peligrosa decadencia de los Estados Unidos ya ha sido señalada por el historiador francés Emmanuel Todd, en parte de Ascendencia Judía, en su reciente libro La défaite de l'Occident, es decir La derrota de Occidente. Nosotra que la pérdida de peso de la cosmovisión protestante en Estados Unidos en favor de focos de poder judíos y católicos que carecen de moral y que en realidad son éticamente nihilistas. Todd señala al respecto que no deja de ser significativo que en un país mayoritariamente protestante, el gobierno esté formado prácticamente al 100% por católicos y judíos, católicos como el presidente o el secretario de defensa, o judíos como el secretario de estado o el encargado de la protección de fronteras, que no puede decirse que hayan desempeñado su labor de una manera especialmente beneficiosa para los intereses de la nación. Guste o no verlo, lo cierto es que el principal defensor de la agenda globalista a escala mundial es un presidente Biden, católico, vinculado estrechamente a los jesuitas, que no ha dejado de articular medidas para apuntalar y ampliar la práctica del aborto en Estados Unidos, a la vez que ha impulsado otras como la mutilación sexual de niños de acuerdo a la agenda trans, y que durante buena parte de su mandato ha disfrutado de un legislativo nacional gracias a otra católica pro abortista, como Nancy Pelosi, que podía jactarse de haber recibido la comunión de las manos del Papa Francisco.

Speaker 2:

La división del gobierno, dicho sea de paso, es la misma que la de un tribunal supremo formado sólo por católicos y judíos, que acaba de consagrar la inmunidad total para el presidente, en contra de los principios constitucionales más elementales y obvios. Y para sumar más inquietud a todo este panorama, a estas alturas ya nadie puede negar que el hombre que lleva consigo el maletín nuclear, el presidente Joe Biden, es una persona en contra de lo que han afirmado por años las furcias mediáticas, con una capacidad mental claramente disminuida, lo que convierte en extremadamente peligrosa su permanencia en la Casa Blanca, no ya solo gracias a una reelección, sino también por el tiempo que queda de mandato. Ciertamente, y es absurdo negarlo a día de hoy Estados Unidos se encuentra muy lejos de aquellas bases sobre las que fue asentado el primer 4 de julio de su historia y las consecuencias, sin duda, pueden ser temibles. A día de hoy, con sus humanas limitaciones, con sus partes oscuras, con sus carencias perfectibles, el sistema americano se ve enfrentado con el gigantesco desafío de si podrá seguir siendo un ejemplo para cualquier sociedad que aspire a vivir no al servicio de las castas privilegiadas, sino en libertad, o si, por el contrario, cuando se acerca a sus dos siglos y medio de existencia, también se está aproximando a convertirse sólo en otro eslabón más de la agenda globalista.

Speaker 2:

Una y otra vez la historia nos demuestra que los valores bíblicos, recuperados por la reforma y perseguidos a sangre y fuego por la contrarreforma, proporcionan libertad y prosperidad a las naciones que los abrazan. El interrogante es si ese seguirá siendo el presente y el futuro de los Estados Unidos o si pasará a ser sólo una parte de un brillante pasado. Y es que basta echar un vistazo al continente americano para ver qué cultura ha fracasado de manera estrepitosa y cuál ha triunfado. Más allá de demagogias y falacias, basta con examinar los flujos migratorios para darse cuenta de que no es el norte el que migra masivamente al sur del río grande, sino que son el sur y el centro hispano católicos los que huyen hacia una parte del continente nacida de la cosmovisión de los puritanos, en busca de prosperidad y de libertad, una prosperidad y una libertad que desaparecerían si otra cultura distinta se impusiera por su simple peso demográfico en Estados Unidos, como está quedando de manifiesto estos días en Francia, una nación tiene que reaccionar frente a ciertas cosmovisiones, de las que jamás han surgido, ni jamás surgirán, la existencia de naciones, de ciudadanos libres e iguales, ni tampoco democracias verdaderas. A lo sumo, sobre ellas pueden construirse oligarquías, en que se respete quizá, aunque de manera limitada, alguna libertad.

Speaker 2:

Estados Unidos se mantendrá como la primera potencia mundial en la medida en que siga fiel a sus raíces nacionales, unas raíces surgidas de la visión bíblica defendida por los puritanos, que no vinieron a América en busca de oro y de gloria, sino de libertad de conciencia.

Speaker 2:

En la medida en que se aparte de esas raíces, como señala muy acertadamente el historiador francés Emmanuel Todd, lo único que podemos ver es lo que ha sucedido desde hace años que a eeuu sólo le esperará un futuro tan aciago como el de las repúblicas situadas al sur del río grande, porque el dios en el que creían los padres fundadores no hace excepciones a la hora de juzgar a los pueblos y porque, como señaló acertadamente Thomas Jefferson, el autor de la declaración de independencia que hoy recordamos, cuando se reflexiona en esa realidad, determinadas circunstancias de distanciamiento de las leyes divinas deberían llevarnos a temblar, porque Dios es justo, pero no se dejen llevar por el desánimo o la frustración.

Speaker 2:

Y es que, a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes, es solo porque se les contempla de rodillas y ya va siendo hora de ponerse en pie. Mientras tanto, en el tiempo que han necesitado ustedes para escuchar este editorial, la deuda pública de España, que es una nación que jamás abrazó la reforma ni ha vivido de acuerdo con los principios democráticos que dieron lugar a los Estados Unidos, ha aumentado en más de 7 millones de euros. Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches. Les ha hablado César Vidal desde el exilio. Que Dios los bendiga, a ustedes y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

Speaker 1:

Esta sección está patrocinada por crowdfunding con el siguiente mensaje Nuestro Señor Jesucristo, el único Dios verdadero, es misericordioso y nuestro Salvador.

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