La Voz de César Vidal

Editorial: ¿Sobrevivirán las democracias? - 12/12/24

César Vidal

El editorial de César Vidal.

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¿Puede la democracia realmente sobrevivir sin un cimiento moral y religioso? En este episodio, nos inspiramos en las enseñanzas de John Adams y otros padres fundadores para explorar cómo la ética y la espiritualidad son vitales para el funcionamiento de las democracias modernas. Reflexionamos sobre cómo las administraciones actuales, con un enfoque especial en el gobierno de Joe Biden, pueden estar alejándose de estos principios fundamentales, poniendo en riesgo la estabilidad democrática. Analizamos la alarmante tendencia de políticos que promueven agendas que desafían valores tradicionales, lo que genera una discusión profunda sobre si estamos presenciando una devaluación de las democracias contemporáneas por intereses personales y religiosos.

Con un enfoque crítico, destacamos las tribulaciones internas que enfrentan las democracias, más peligrosas que las amenazas externas, según los padres fundadores. Mencionamos ejemplos como el aumento de la deuda pública en España, un reflejo de la fragilidad democrática actual. Invitamos a nuestra audiencia a ser parte del cambio, a no rendirse ante estas adversidades y a actuar para preservar lo que de verdad importa. Únete a nosotros en este debate urgente y crucial sobre el futuro de nuestras sociedades democráticas y cómo cada uno de nosotros puede marcar la diferencia.

Speaker 1:

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Speaker 2:

La voz con César Vidal desde el exilio No I won't be afraid.

Speaker 1:

Oh, I won't be afraid, Just as long as you stand, stand by me.

Speaker 2:

Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches y, sobre todo, muy bienvenidos a esta nueva singladura de la voz. Soy César Vidal. Hoy es el jueves 12 de diciembre de 2024 y me dirijo a los hispanoparlantes de ambos hemisferios, a los situados a uno y otro lado del Atlántico y del Pacífico, y, como siempre, lo hago desde el exilio Corría. El año 1798, y más concretamente el día 11 de octubre, cuando John Adams, uno de los padres fundadores de Estados Unidos y redactor fundamental de la constitución americana, escribió a la milicia de Massachusetts lo siguiente Our constitution was made only for a moral and religious people. It is wholly inadequate to the government of any other. Lo que podría traducirse como nuestra constitución fue hecha solamente para un pueblo que sea moral y religioso. Resulta totalmente inadecuada para el gobierno de cualquier otro.

Speaker 2:

La afirmación de Adams, lejos de constituir un hecho aislado, estaba presente en el resto de los padres fundadores, cuya cosmovisión arrancaba directamente de los puritanos que habían llegado a aquellas tierras a inicios del siglo XVII. De hecho, sería confirmada incluso por distintas sentencias del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Así, por ejemplo, james Wilson, otro de los padres fundadores y uno de los primeros jueces del Tribunal Supremo, sostendría que los gobernantes tenían que buscar la voluntad de Dios Y a la hora de responder a la pregunta de cómo se hacía eso, respondería Lo que podría traducirse como la descubrimos a través de nuestra conciencia, de nuestra razón y de las sagradas escrituras. El punto de vista de los padres fundadores resultaba así mucho más agudo, sabio y sagaz que el de otros creadores de sistemas más o menos democráticos o que el del actual gobierno americano. No fueron jamás tan ingenuos como para pensar que la existencia de partidos, la práctica de las elecciones o la creación de instituciones democráticas pudieran garantizar la democracia. Ni siquiera pensaron que la constitución, por muy perfecta que fuera, era garantía suficiente para conseguirlo. La propia constitución de los Estados Unidos, desde su punto de vista, sería totalmente inútil si quienes vivieran en la nación no era una sociedad moral cuya ética descansaba directamente sobre la biblia. Sin esa sociedad, el sistema democrático americano, incluida su constitución, simplemente no serviría de nada.

Speaker 2:

En las últimas horas hemos tenido nuevas noticias sobre la posibilidad de supervivencia de los sistemas democráticos actuales. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes. Primero, en la actualidad la supervivencia de las democracias se encuentra en una situación mucho más precaria de lo que advierten los observadores habituales. Segundo, ese peligro para las democracias no deriva de manera principal de amenazas externas, como la existencia de dictaduras. Tercero por el contrario, las democracias se enfrentan con un conjunto de peligros totalmente internos que podría acabar con ellas en menos de una generación. Cuarto una de las primeras razones de esa amenaza interna es que los gobiernos, en términos generales, están formados por gente carente de moral, que podría ser definida como nihilista, es decir que no cree realmente en nada y que ejerce su carrera política buscando de manera fundamental su beneficio personal y su ascenso social.

Speaker 2:

Quinto uno de los ejemplos más claros de esa conducta lo constituiría el todavía gobierno de Joe Biden, formado prácticamente al 50% por judíos y por católicos, siendo el mismo presidente un católico muy vinculado a los jesuitas. Sexto a pesar de la abierta inmoralidad de una muy buena parte de las acciones adoptadas por la administración Biden, que podría hasta incluir graves delitos y que, por supuesto, incluye ataques claros contra las libertades, ni las autoridades religiosas judías ni el papa han manifestado la menor muestra de desagrado por lo realizado por sus seguidores en el gobierno de Biden. Séptimo el nihilismo carente de moral de la administración Biden tiene sus paralelos en los gobiernos de Europa, con la única excepción de Hungría. Se encuentran gobernados por personajes carentes de moral que han ido adoptando medidas más que dañinas para sus propios pueblos sin importarles lo más mínimo. Octavo una de las primeras consecuencias de esa conducta es una corrupción colosal frente a la cual aparecen como vanos los frenos políticos, por la sencilla razón de que no son efectivos. Por el contrario, no pocas veces los mismos tribunales y las mismas fuerzas de seguridad del Estado constituyen instrumentos para y no contra la corrupción. Noveno esa corrupción va acompañada de sistemas clientelares inmensos, en los que capas considerables de la población viven sencillamente del esfuerzo de los sectores productivos.

Speaker 2:

El parasitismo social, lejos de ser combatido, es alentado por los que detentan el poder simplemente porque sirve para perpetuarse en él. Décimo la suma de esas acciones sociales tiene como consecuencia directa que el Estado se vaya endeudando de manera progresiva en favor de aquellos que ocupan los resortes del poder y de los parásitos sociales, pero también de poderes internacionales total y absolutamente antidemocráticos que esclavizan a las naciones mediante su endeudamiento. Un décimo fruto de esa cadena es el final sometimiento del aparato del Estado. Las instituciones, lejos de garantizar la libertad y la supervivencia de la democracia, se convierten en un mecanismo privilegiado para acabar con ella. Duodécimo este envilecimiento del sistema democrático transcurre además con un respaldo caluroso de unos medios de comunicación que se han convertido en furcias mediáticas y que no sólo no informan y mucho menos defienden al pueblo de los efectos de una democracia crecientemente devaluada, sino que sirven para imponer un relato falso al que han de someterse todos en el seno de la sociedad.

Speaker 2:

Décimo tercero Por si todo lo anterior fuera poco, la acción de lobbies poderosos contribuye todavía más a demoler el sistema democrático. El poder corruptor de la Big Pharma, no sólo en Estados Unidos sino en el resto del mundo, resulta un ejemplo innegable, y lo mismo sucede con otros lobbies, como el lobby sionista IPAC, que en Estados Unidos ha financiado al 100% a los miembros del Senado y a más del 90% de los miembros del Congreso, explicándose así así de manera muy fácil, no pocas de las guerras iniciadas o respaldadas por estados unidos en las últimas décadas. Décimo cuarto estas circunstancias permiten también comprender por qué se produce el apoyo a guerras y golpes de estado que no sólo han sido evitables, sino que además resultan injustas, ya que la política no busca defender los intereses nacionales o el bien común de los ciudadanos, sino el beneficio de instancias transnacionales que son las que detentan el poder real. Décimo quinto también este conjunto de circunstancias da explicación a la sumisión, al vasallaje y al entusiasmo con que han abrazado la agenda globalista la mayoría de los gobernantes, tanto de izquierdas como de derechas. Décimo sexto para estos políticos nihilistas que sólo piensan en su propio beneficio, carece de valor la destrucción de las instituciones democráticas, pero también la de la familia, la de la educación, la de la economía, la de las instituciones y la de la soberanía de sus países y la de la soberanía de sus países, metas todas ellas planteadas por la agenda globalista.

Speaker 2:

Décimo séptimo el resultado final de ese camino, en que se ha avanzado demasiado, puede incluir la conservación de las instituciones, de los partidos políticos, de las elecciones y del cambio de gobierno, pero no incluye la supervivencia de la democracia. De hecho, su destrucción está más que avanzada, residiendo el poder real en instancias que actúan no pocas veces en la sombra. Y decimoctavo así los sistemas democráticos pueden acabar adquiriendo la misma naturaleza que esos huevos a los que se ha vaciado de su contenido al practicarse un agujero por el que han salido la clara y la yema. Su apariencia exterior será la de un huevo completo, pero la de la realidad será la de una cáscara vacía. Son millones de personas en este mundo los que identifican la democracia con la simple existencia de partidos políticos, con la celebración regular de elecciones y con la existencia de cierta libertad de prensa.

Speaker 2:

Semejante visión es profunda y peligrosamente errónea y pasa por alto que todos esos fenómenos pueden darse incluso en dictaduras, siempre que no sean de partido único. La democracia ciertamente necesita libertades, instituciones, elecciones e incluso puede que hasta partidos políticos, pero ni consiste en eso ni se sustenta sólo en eso. Para poder consolidarse, desarrollarse y sobrevivir, la democracia precisa también de una sociedad sobre la que sustentarse, y esa sociedad, como supieron ver los padres fundadores, tiene que estar formada por personas que se rigen no por las enseñanzas de tal o cual confesión, de tal o cual filosofía o de tal o cual principio moral, sino por las enseñanzas contenidas en la Biblia. Semejante afirmación, por difícil y dura que resulte, ha sido corroborada una y otra vez por el paso de la historia. La democracia ha podido ser implantada de manera ocasional en naciones islámicas o budistas, pero jamás ha arraigado verdaderamente La cosmovisión de esas sociedades.

Speaker 2:

Ha convertido sus experimentos en episodios de escasa duración y generalmente triste final. Simplemente la sociedad no se identificaba con un sistema democrático y la suma de corrupción, clientelismo y religión acabaron con él. Muy poco mejor es el caso de las naciones católicas, aunque desde el siglo XIX en Europa y en Hispanoamérica hubo intentos serios y voluntariosos por establecer regímenes formalmente democráticos. Últimos siglos, para contemplar hasta qué punto esos procesos han durado muy poco o han sido fallidos. Todo parece indicar que aquellas sociedades dispuestas a rendir culto a imágenes de palo, metal y piedra no son precisamente las más adecuadas para la democracia, sino que históricamente han sido muchísimo más proclives a la guerra civil, a la revolución, al golpe de estado, a la invención del fascismo, a la absorción de las formas más degeneradas de marxismo y a las elecciones fraudulentas. Súmense los años de supuesta democracia y de democracia real en las naciones del sur de Europa y de Hispanoamérica y compárense con los años de otras formas políticas y sáquense consecuencias. Pero todo parece indicar que la democracia nunca llega a aclimatarse del todo a suelos católicos.

Speaker 2:

La única excepción en la consolidación de las democracias ha sido, históricamente, la arraigada en naciones sociológicamente protestantes. No sólo se trata del caso de Gran Bretaña, sino también del de las naciones escandinavas o las de América del Norte. Sin embargo, a pesar de la supervivencia ininterrumpida de la democracia en estas naciones durante más de dos siglos, hoy en día también se encuentra en peligro. Y se encuentra en peligro porque también sus sociedades han ido cambiando, y no para mejor. La afluencia masiva de inmigrantes realmente desconocedores de lo que es y significa la democracia, que no ven contradicción alguna entre los principios morales que dicen sustentar y votar a partidos que los atacan, y además el hecho de que estén dispuestos a dejarse corromper en la entrega del voto, ha tenido un efecto corrosivo sobre las elecciones y los gobiernos y, sobre todo, sobre la democracia Con todo.

Speaker 2:

Un factor todavía más grave es la llegada al poder de políticos sin la menor moral que, como el católico Biden, puede ir a misa todos los domingos y a la vez defender las leyes transgénero, apoyar encarnizadamente la ampliación del aborto, apoyarse en los lobbies homosexuales, desencadenar guerras injustas, desarrollar la corrupción, presionar para limitar la libertad de expresión e impulsar, incluso mediante horribles chantajes, la agenda globalista. Sin duda fueron muy acertados los padres fundadores de los Estados Unidos, la primera democracia de la edad contemporánea, al señalar que sin un pueblo que fuera moral y tuviera una visión espiritual basada en la Biblia no se podría preservar la democracia y que, sin ese tipo de pueblo, ni siquiera una constitución tan perfecta como la de los estados unidos lo conseguiría. La cuestión ahora es si aún estamos a tiempo de que los sistemas democráticos sobrevivan o si, por el contrario, ya hemos cruzado la línea a partir de la cual pueden existir constituciones y parlamentos, partidos y elecciones, periódicos y jueces, pero no existe la democracia, sino sólo un arquitrabado de poder en el que las castas privilegiadas nacionales se mantienen sobre la base de expoliar crecientemente al pueblo y de crear clientelas parasitarias Y, por añadidura, sobre ellas ejercen la soberanía real, poderes transnacionales de los que resulta cada vez más peligroso hablar. Pero no se dejen llevar por el desánimo o la frustración. En llevar por el desánimo o la frustración y es que, a pesar de que los poderosos muchas veces parecen gigantes, es sólo porque se les contempla de rodillas y ya va siendo hora de ponerse en pie.

Speaker 2:

Mientras tanto, en el tiempo que han necesitado ustedes para escuchar este editorial, la deuda pública española ha aumentado en más de 7 millones de euros y no debería en absoluto extrañar a alguien, porque la democracia española, caso de marizar realmente ese nombre, es una democracia devaluada, es una democracia corroída, es una democracia erosionada y es una democracia envilecida. Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches. Les ha hablado César Vidal desde el exilio. Que Dios los bendiga ¡Gracias.

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