La Voz de César Vidal

La Psicoteca: Criminalidad sexual: del fetiche al delito - 22/10/25

César Vidal, Miguel Ángel Alcarria

Con César Vidal y Miguel Ángel Alcarria.

https://www.cesarvidal.tv/la-psicoteca/videos/criminalidad-sexual-del-fetiche-al-delito-22-10-25


En esta entrega de La Psicoteca, César Vidal y el psicólogo Miguel Ángel Alcarria abordan uno de los temas más inquietantes y actuales: el proceso psicológico que lleva de la fantasía sexual al crimen. A partir de los datos más recientes sobre el aumento de los delitos sexuales en Occidente, analizan cómo confluyen tres factores —vulnerabilidad interna, aprendizaje social y oportunidad— para crear la “tormenta perfecta” que da lugar al agresor sexual.

Alcarria explica desde el rigor científico cómo el entorno familiar, la exposición temprana a la pornografía violenta, el abandono afectivo y la falta de límites sociales contribuyen a modelar la mente del depredador. También detalla cómo la fantasía se convierte en compulsión y, finalmente, en acción, en un proceso comparable a la adicción.

La conversación desmonta mitos —como el del “monstruo nato”— y pone el foco en la prevención, la educación emocional y la intervención temprana, claves para evitar que una sociedad que erotiza la violencia siga produciendo agresores.

Un análisis profundo, documentado y necesario sobre cómo se construye (y cómo puede evitarse) la mente del criminal sexual.

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Speaker 1:

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Speaker 2:

Estamos de regreso, y estamos de regreso para entrar de la existencia saludable del naturismo. Y ya saben ustedes que después damos un salto cualitativo y nos vamos a la salud de la mente, a la salud de la psique. Y ahí, quien siempre nos echa una mano es don Miguel Ángel Alcarria, que ya está con nosotros.

Speaker 3:

Muy buenas noches, don Miguel Ángel. ¿por dónde vamos a ir hoy? Muy buenas noches, don César. Y muy buenas noches, don Miguel Ángel. ¿por dónde vamos a ir hoy? Muy buenas noches, don César. Y muy buenas noches también a la audiencia de La Voz.

Speaker 3:

La semana pasada abordamos el tema de los depredadores sexuales y explicamos cuáles son sus características específicas, tanto generales como psicológicas. Todos lo recordarán, de hecho llenan titulares, ahora más que nunca. Cada semana tenemos nuevos titulares sobre casos de depredadores sexuales. Ayer mismo los Mossos de Escuadra cazaron infraganti a un depredador sexual que se dedicaba a tocar las partes íntimas de jóvenes estudiantes en los autobuses públicos de Gerona. Gerona Están ahí y son una realidad más cercana de lo que algunos pueden llegar a pensar. Recuerdo a una alumna de universidad, en una ocasión, que se me acercó explicándome que en el bus pudo ver como alguien se estaba masturbando mientras la miraba, preguntándome qué podía hacer en esa circunstancia, porque se había quedado además en shock, se había quedado paralizada, un estado muy normal, fruto de la ansiedad que puede producir ser víctima de una situación así y que muestra la indefensión que estos actos pueden llegar a generar. Pues bien, fruto de los mensajes de la audiencia interesándose por conocer más acerca de este asunto.

Speaker 3:

En la sección de hoy explicaremos cómo es el proceso, qué lleva de la fantasía o del fetiche sexual al acto criminal, cómo en ciertos individuos se configura, por decirlo así, un perfil capaz de abusar, manipular, dominar y dañar sexualmente. Y este es un tema, yo diría, más que necesario porque por alguna razón, como hemos advertido en la psicoteca, los delitos sexuales han aumentado en la mayoría de los países occidentales estas últimas dos décadas. Y aunque hablamos de un aumento, con lo que respecta a España, del 50% en lo relativo a delitos sexuales en las últimas dos décadas, el aumento no ha sido uniforme en todo el territorio. En Cataluña, en la última década, por ejemplo, los delitos sexuales aumentaron un 125%, o sea que no sólo se duplicaron, sino que fueron más allá.

Speaker 3:

Esta es la razón por la que es normal que la gente se interese por todo esto, y es que tenemos un gran problema encima, un problema que no hemos querido afrontar, no hemos querido abordar de frente. Sin embargo, los datos científicos son claros Al menos el 5% de la población masculina adulta datos de 2024, presenta patrones de parafilia sexual potencialmente delictiva o comportamientos predatorios, aunque por ahora es cierto que sólo el 1% de la población adulta, por tanto una quinta parte de esa población con parafilia potencialmente delictiva habría cometido alguna forma de agresión sexual o abuso en su vida. Estos son datos, como decimos, negro sobre blanco, de un estudio realizado en Estados Unidos y, como ya saben, los datos en Estados Unidos por lo general son bastante extrapolables al conjunto de Occidente, razón por la que necesitamos, como sociedad, conocer bien este tema y abordarlo con seriedad, no como lo hacen nuestros políticos. Recordarán cuando hablamos acerca de la castración química que ahora nos la quieren volver a vender como si fuera la panacea. Pero, como explicamos aquí, su eficacia es limitada debido a la resistencia psicológica.

Speaker 3:

Sin embargo, lo que nos dice la ciencia es que la terapia cognitivo-conductual es la que mejor resultado nos puede aportar, aunque tampoco, ya recordaremos, tampoco es la panacea. Pues bien, este es un ejemplo de muchos que ponen en evidencia la torpeza de nuestros políticos y la falta de seriedad con la que se abordan estos temas. Como ya hemos podido ver, se trata de un tema complejo. Eso es una realidad, es cierto, pero mientras más complejo parezca, más necesaria es la rigorosidad en su estudio y también en su abordaje. Nace o se hace? ¿Cómo se gestan y desarrollan tanto el criminal sexual como el depredador sexual?

Speaker 3:

Esta simple pregunta ha dividido a académicos durante años. Y lo cierto es que ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario, porque tenemos personas con vulnerabilidades biológicas o psicológicas que nunca delinquen y hay personas sin rasgos patológicos evidentes que terminan convirtiéndose en depredadores. Es un fenómeno por tanto multifactorial y es una cuestión de cómputo de suma entre predisposición, entorno de aprendizaje y oportunidad, es decir una combinación de factores que, al confluir, pueden dar lugar a un patrón de conducta delictiva. No basta con presentar una predisposición genética o psicológica o un entorno hostil que forme al depredador sexual. Se requiere además un contexto que active y refuerce esa predisposición. Predisposición, de hecho.

Speaker 3:

Los estudios más recientes en criminología sexual datos 2021-2022, demuestran que el riesgo criminal no depende de un solo elemento, como decimos aquí, sino de la interacción entre estas tres dimensiones. En primer lugar, vulnerabilidad interna. Aquí entran en juego factores genéticos, psicológicos que predisponen, aunque no determinan, una conducta sexual desviada o violenta. Diversos estudios de neuroimagen, además, han observado que algunos individuos con antecedentes de agresión sexual presentan alteraciones en la conectividad del córtex prefrontal. Recuerden que hemos hablado mucho aquí sobre el córtex prefrontal y la amígdala, otra zona de la que hemos hablado muchísimo también, áreas que regulan, en el caso del prefrontal, la empatía, ponerse en el lugar del otro, la valoración moral. Por tanto, la diferencia entre el bien y el mal y la inhibición conductual Es nuestro freno moral. Así como en el caso de la amígdala, también regula el miedo y la evitación del daño, en este caso el miedo a las consecuencias, anticipar las consecuencias de una mala acción, el miedo al castigo y la condena social.

Speaker 3:

Todo esto está alterado en aquellos individuos que tienen esta vulnerabilidad interna. Esto significa que hay personas que no son capaces ni de anticipar el daño, tener miedo a las consecuencias, ni de detener el impulso, o al menos esta capacidad estaría atenuada. Estamos por tanto ante un cerebro con menor control inhibitorio, con menor autocontrol frente a estímulos de recompensa o excitación. Les puede la búsqueda de recompensa y les puede la dopamina. A esto se suman en ocasiones alteraciones neurológicas en los niveles de serotonina, la famosa hormona de la felicidad, y, bueno, la presencia también de rasgos psicopatológicos de carácter antisocial y narcisista, además de parafilias.

Speaker 3:

Es decir, este primer factor de vulnerabilidad interna configura el terreno sobre el que puede germinar la conducta delictiva. Pero por sí sola esta dimensión no es suficiente. La predisposición no es suficiente. Un cerebro de depredador, en un entorno educativo sano, no terminará siendo un delincuente o un depredador sexual. Qué importante es por tanto el entorno en el que crecemos, nos desarrollamos y empezamos a interactuar con el mundo. Un entorno, no olvidemos, en el que actualmente podríamos decir que sobre todo impera el abandono Abandono por la dedicación que se requiere en el terreno profesional de parte de los padres y abandono porque muchas veces ni siquiera los abuelos están presentes. ¿quién está el responsable de la actividad extraescolar de turno? Que si son esos responsables de campamento de verano que comentamos el otro día? pues, esa es la realidad que estamos viviendo todos los días.

Speaker 3:

Segundo factor por tanto, aprendizaje social. Y este es posiblemente el factor más decisivo, hablamos de lo que el individuo observa, de lo que el individuo experimenta y termina normalizando o justificando. Desde la infancia, el individuo observa y asimila modelos de conducta, de afecto y de poder. Y si crece en un entorno en el que el abuso, la humillación, la impunidad o la violencia son normales, aprende a dominar al otro y aprende que dominar al otro es una forma de afirmarse, por lo que necesitará dominar para sentir que es alguien. Y, en el caso del futuro agresor, ese aprendizaje se refuerza con mensajes culturales con los cuales convivimos todos los días.

Speaker 3:

Aprende la cosificación del cuerpo ajeno a través de la pornografía, a través de la misma pornografía o del entorno, termina erotizando la violencia y todo ello empieza a distorsionar la percepción de lo que es consentimiento y de lo que es intimidad. Atención a esto, porque después me vienen esos mensajes pro pornografía diciéndome ya, estás hablando mal de la pornografía, la pornografía y la masturbación son salud, etcétera, etcétera. Hablemos de datos, no de opiniones. Hay estudios que demuestran que la exposición a pornografía de carácter dominante o violento antes de los 14 años duplica el riesgo de desarrollar fantasías de coerción sexual en la adultez Y esto es un hecho, es cierto, eso es un hecho objetivo.

Speaker 2:

Lo que pasa es que, claro, la pornografía es un grandísimo negocio y la gente que vive de la pornografía no está dispuesta a que le manchen el negocio.

Speaker 3:

Claro que no Esa es la realidad. Y poner coto a ese campo, pues sería perder muchos millones que están en juego. ¿no, sí Por?

Speaker 3:

tanto, el entorno. Lo que hace es reforzar una conducta que en principio decimos que no nos gusta ver después en nuestros titulares, pero hemos permitido este entorno y este aprendizaje completamente desadaptativo. Por ciento de los agresores sexuales condenados en España presenta antecedentes de maltrato físico o sexual en la infancia. Son patrones aprendidos y después reforzados y casi el 50 por ciento fueron criados en entorno con consumo abusivo de alcohol, violencia doméstica o negligencia emocional, que es el caso del abandono que comentábamos antes. Pero al mismo tiempo es importante decir que el entorno no solo refuerza, sino que además lo que sucede es que no corrige. Este es el segundo elemento diferenciador. Cuando este ser en desarrollo presenta actitudes de dominio, manipulación o acoso, no tiene consecuencias, No es corregido ni por parte de la familia ni por parte de la escuela. Y en caso de ser corregido por la escuela, es defendido por los padres que eso es muy común Y el sujeto va interiorizando la idea de que puede hacer lo que quiera y no pasa nada.

Speaker 3:

En otras palabras, el aprendizaje social. El entorno es la escuela del depredador Y les hemos montado una escuela fantástica donde además la música que está en boga ahora. Y les hemos montado una escuela fantástica donde además la música que está en boga ahora el perreo este, pues lo que hace es tener letras donde se abandono o abuso, donde han aprendido y han normalizado todo esto Y yo creo que, además, la música, en estos momentos, es algo que está normalizando y potenciando todo esto. Si bien es cierto ya hemos dicho en otras ocasiones que dos hijos pueden crecer en un mismo entorno y uno tirar por un buen camino y otro tirar por un mal camino, Como?

Speaker 1:

decíamos antes, es una cuestión de cómputo.

Speaker 3:

Si tenemos un entorno pero no tenemos la predisposición interna, o si tenemos la predisposición interna pero no tenemos el entorno, digamos que no daría la suma Y el tercer factor sería la oportunidad. Aquí, para que dé el cómputo, es necesario que, por lo general, estos tres factores se alineen, que se produzca esa tormenta perfecta, si bien es cierto que esta suma también podría darse con los factores 1 y 3, predisposición interna, oportunidad, o con los factores 2 y 3, entorno de aprendizaje inadecuado y oportunidad. Todo depende del peso que pueda tener ese factor 1, 2 o 3 en todo esto. Y aquí lo que hace este factor 3 de oportunidad es facilitar o precipitar el acto delictivo. Y este contexto de oportunidad es mucho más importante en el presente que hace 20 años. Contexto de oportunidad es mucho más importante en el presente que hace 20 años. Esa es la razón, una de las razones del aumento en las cifras de delito sexual.

Speaker 3:

Aquí tenemos desde el consumo de alcohol o drogas que desinhiben y cuyo consumo pues se ha normalizado socialmente en los últimos años, también legislativamente hablando, la falta de vigilancia que, como ya hemos comentado, es una realidad en las familias por falta de tiempo, pero también es una realidad en lo que respecta al ámbito policial, Se ven cada día más sobrepasados por el aumento delictivo. O también tenemos aquí el sentimiento de impunidad del que hablamos la semana pasada y que, por estilos educativos y sociales actuales, es también muy común. Tenemos todo esto y también tenemos el anonimato digital, que es lo que sucede con el caso Roblox, que ya comentamos. Dicho de otra forma, tenemos un agresor motivado cuando hay factores internos o contextuales y un escaso autocontrol cerebral, ausencia de guardianes y una víctima accesible, una falta de control en ese contexto de oportunidad. Y todo esto conforma el factor de oportunidad. Y lamentablemente, en nuestra sociedad abundan esos escenarios, tanto en los hogares recordemos que el mayor porcentaje de agresores sexuales se encuentra en el entorno cercano a la víctima, como en entornos festivos o en redes sociales.

Speaker 3:

¿cuándo nos encontramos con la sorpresa? Y esta es la razón por la que muchos dicen ¡Ay Jamás, me habría imaginado que esta persona pudiera llegar a hacer esto? Pues, cuando tenemos vulnerabilidad de aprendizaje, esa persona permanece toda la vida, a lo mejor, sin delinquir, hasta que se produce un contexto de oportunidad en el que el criminal en potencia de alguna formaaje es un factor crucial. Además, es importante, obviamente, reducir las situaciones de oportunidad al máximo. Ahí es donde nos tenemos que enfocar como sociedad Y más que hablar de monstruos natos, deberíamos hablar de procesos de descomposición moral y psicológica que se van gestando con el tiempo de forma más o menos silenciosa. Y esa descomposición moral, pues yo creo que nos podemos percatar todos los días En nuestra sociedad, siempre. No sé si usted ha usado esa frase. Si mis abuelos volvieran a vivir, se volvían a morir, Hubo otra parecida.

Speaker 3:

Viendo la situación que estamos viviendo. ¿cómo podemos intervenir en ese segundo factor de aprendizaje? Pues reforzando vínculos afectivos en la infancia. Siempre decimos que el roce hace el cariño, pues hace falta más presencia, más roce, transmitiendo empatía y autocontrol. Son dos objetivos claros que debería mantener la educación Ponerse en el lugar del otro, no hacerle al otro lo que no quisieras que te hicieran a ti, poner freno a tus impulsos y eliminando contextos de impunidad. Necesitamos entender que ni el delincuente ni el depredador sexual se improvisan, sino que se construyen paso a paso y que puede desactivarse si se interviene a tiempo con consecuencias. Muchas veces los padres intentan que sus hijos no vivan las consecuencias de sus actos, pero las consecuencias, aunque nos duelan, son profundamente educativas. Además de esto, como decíamos, reducir contextos de oportunidad, claramente Es un doble enfoque necesario como sociedad al acto delictivo. Cómo va cruzando ese delincuente en potencia la frontera entre la fantasía y el delito? Y esto es esencial comprenderlo, porque la mayoría de los agresores no comienzan cometiendo delitos graves, no se levantan un día convertidos en depredadores sexuales. El proceso suele ser gradual, acumulativo y desinhibitorio. Y ahí es donde intervenir a tiempo, lo puede cambiar todo.

Speaker 3:

Pues todo empieza con la fantasía, pensamientos recurrentes cargados de contenido sexual que involucran por lo general algún tipo de dominación, coerción o vulneración de derechos. En sí mismos los pensamientos no son delito, estamos todos de acuerdo, pero hay algunos individuos que, sin llenar su mente de este tipo de pensamientos, si no llenan su mente de este tipo de pensamientos, ya no consiguen excitarse. Necesitan pensar en sometimiento, en dominación, en humillación. Si conocemos a alguien en esta situación, necesita ayuda. No hablamos de un fetiche más, hablamos de un riesgo social real. Y también estaremos todos de acuerdo en que esas fantasías no son para nada inicuas.

Speaker 3:

El cerebro la refuerza, del mismo modo que refuerza cualquier adicción, liberando dopamina cada vez que se repiten. Y cuanto más se repiten, más quedan consolidados los circuitos neuronales asociados al placer y más difícil resulta distinguir entre el deseo y la compulsión. Y aquí la ciencia una vez más pone negro sobre blanco. Compulsión. Y aquí la ciencia una vez más pone negro sobre blanco, porque un estudio de 2021 demostró que los hombres con fantasías de coerción sexual activan las mismas zonas cerebrales que un adicto al consumir droga. Nuclea cumvens como centro principal de todo este sistema de placer. Es decir, el cerebro aprende que el dominio produce placer. Y cuando aprendemos esto, difícilmente podemos desaprenderlo.

Speaker 2:

Se va a renunciar? sí.

Speaker 3:

Y cuando la fantasía ya no es suficiente porque con el tiempo, así como con la droga, su efecto cada vez es menor, viene la fase 2. Este individuo busca estímulos que reproduzcan y amplifiquen la excitación que siente con sus pensamientos, como pornografía extrema, voyeurismo, exhibicionismo, participación en juegos de rol que en ocasiones simulan abusos sexuales. Hay gente que se presta a participar en relaciones sexuales donde acepta ese juego de rol de pues me pillas y me abusas, acoso digital o grooming, un adulto poniéndose en contacto con un menor para conseguir, a través de la manipulación y el engaño, material sexual o un encuentro sexual, que es lo que comentamos, que estaba pasando con el caso Roblox. Y esta fase 2, si nos encontramos con alguien en fase 1, se acabará dando en algún momento, porque lo que antes producía placer en algún momento deja de producir placer ahora. Por eso, en muchos casos, el material pornográfico pasa de ser erótico a violento, de mayor de edad con apariencia muy pueril a menor de edad, o termina pasando de la ficción a lo real. Y qué es lo que está ocurriendo aquí? El agresor, poco a poco, se va desensibilizando, pierde la percepción de los límites morales y se convence de que no hacen daño a nadie, o se convence de que su placer va por delante de la moral. Acepta por tanto la obsesión como parte de sí mismo, como parte de su identidad.

Speaker 3:

En España, por ejemplo, en menos de 15 años se registró un aumento del 420% en los delitos de tenencia o distribución de pornografía infantil, muchos de ellos cometidos por individuos sin antecedentes penales. ¿qué está pasando? Estamos normalizando los fetiches, proporcionamos escenarios de oportunidad. Como sociedad, como explicábamos antes, justificamos el consumo de pornografía. Por tanto justificamos alimentar esa fantasía y, en consecuencia, todo esto va en aumento.

Speaker 3:

Este es el preludio del paso al acto, el preludio del delito. De hecho, lo que se ha encontrado es que el cerebro de un depredador sexual puede sentir placer anticipado al imaginar una agresión. Después, cuando no sea suficiente el terreno de la imaginación, planificará una agresión potencial para sentir ese placer anticipado Y, por último, necesitará ejecutar el acto para cerrar el ciclo de excitación y recompensa. Por eso dijimos la semana pasada que el delito sexual rara vez es fruto de un impulso repentino. Suele ser el resultado de una progresión, de una planificación, una cadena de fantasías, estímulos, desinhibición, justificaciones que termina desembocando en la acción Y, lamentablemente, cuando se cruza ese umbral, nos hallamos en un punto de casi no retorno. Difícilmente podemos sanar algo así cuando el pensamiento se convierte en necesidad y la necesidad en acción. Por eso el alto nivel de reincidencia.

Speaker 3:

Un estudio reciente muestra que más del 60% de los agresores sexuales reincidentes refieren a haber fantaseado durante años antes de cometer su primer delito. Es decir que si estás fantaseando, necesitas ayuda urgente. No sabes cuándo esa fantasía se terminará materializando. Por tanto no es el fruto de un arrebato momentáneo, sino de una fantasía reiterada que llega a ser insuficiente y que sólo se mantiene a la espera de que se presente la ocasión de oportunidad. Por eso la intervención temprana es fundamental. Si se presentan pensamientos de dominación, se consume pornografía violenta, se ha erotizado la violencia. Pues hay que actuar y Y.

Speaker 3:

Si no se actúa en ese punto, el paso del fetiche al delito solo será cuestión de tiempo y de oportunidad, porque el crimen sexual se gesta en la mente mucho antes que en el cuerpo. ¿y cuál es el contexto emocional del delito? ¿Cuándo el agresor es más vulnerable frente a la ejecución de esa agresión? Dicho de otro modo, cuando los frenos están en mínimos y se dispara con más facilidad la agresión. El escenario suele ser similar en todos los casos En primer lugar, frustración o insatisfacción personal. Muchos agresores reportan momentos de estrés fracaso, rechazo. Ted Bundy sufrió una situación de rechazo o baja autoestima antes de cometer el delito. La agresión, por tanto, se convierte en un medio de evasión o compensación, una forma de obtener sensación de poder, control o gratificación inmediata cuando estos desaparecen en su vida cotidiana.

Speaker 3:

En segundo lugar, excitación sexual acumulada extrema. La fantasía prolongada, la exposición a material pornográfico extremo o la fantasía de planificación generan una necesidad difícilmente satisfacible Ese es un verbo irregular que a veces no manejo del todo difícilmente satisfacible a largo plazo. Y esa necesidad puede volverse abrumadora, llegando a un punto en el que el cerebro, en todo momento, prioriza la recompensa inmediata y desaparece del camino tanto la moral como el contemplar las consecuencias legales de los propios actos. El cuerpo necesita dopamina y llega a un punto en el que nada es suficiente, se necesita más. Se necesita en este caso materializar la fantasía para conseguir esa liberación de dopamina que produzca el placer tan buscado. Y por último, tenemos la justificación moral, la racionalización interna del delincuente No le hago daño, en verdad él o ella lo desea tanto como yo, es solo un juego. No dijo que no? distorsiones cognitivas que eliminan las últimas barreras morales que existen para dar lugar a la fantasía, a que la fantasía se materialice sin conflicto ético aparente, al menos en la mente del criminal.

Speaker 3:

A través del autoengaño, el impulso consigue imponerse. Por tanto, ese es el momento en el cual siempre decimos que es importante que la víctima aprenda a decir no, aprenda a decir que no le gusta, porque muchos agresores, al ser confrontados con la realidad, detienen la agresión. Lo más asombroso de toda esta escalada es que, cuando la persona llega a materializar esa fantasía, no siempre aparece la culpa, sino que, en ocasiones, aparece alivio. Alivio de esa excitación acumulada y de esa frustración no resuelta. Como hemos comentado, se libera dopamina, se liberan endorfinas. Por tanto se refuerza el comportamiento. Y consecuencia inmediata de todo esto, si no existe un reproche social, el ciclo vuelve a empezar, pero esta vez con más fuerza y menos inhibiciones, porque recordemos que esas inhibiciones fueron vencidas con el paso del tiempo y ya no hay cómo reponerlas.

Speaker 3:

Este es el escenario. Así es como llegamos al delito. Lo que vemos entonces es que, una vez que este individuo ha superado todos los frenos internos y ha materializado la fantasía en ausencia de frenos externos, su cerebro aprende que esa conducta produce placer y, de forma peligrosa, se consolida un patrón de búsqueda de gratificación mediante la dominación o el abuso, que puede perfeccionarse con el tiempo o, por el contrario, puede volverse cada vez más desorganizada. Puede perfeccionarse cuando la persona tiene recursos y oportunidades para practicar la conducta sin consecuencias inmediatas y quiere ir mejorando en esa sensación de control de la situación, planificando mejor la agresión y elaborando cada vez estrategias más eficientes para lograr la gratificación tan buscada. Porque lo que sucede es que el agresor va aprendiendo por ensayo y error qué tipo de comportamientos le producen más placer que otros.

Speaker 3:

O puede, cuando el agresor enfrenta fracasos, dificultades y estrés o impulsividad extrema, volverse más caótico que, como decíamos, esto sucede en el menor de los casos. Y esto se da porque surgen errores, contradicciones o consecuencias negativas que desbordan la secuencia de acciones. La búsqueda de gratificación sigue estando sobre la mesa, pero ya no se consigue de manera estratégica, ya sea por exceso de impulsividad, un patrón de personalidad profundamente desequilibrado emocionalmente, o por algún tipo de interferencia, falta de recursos para acceder a la víctima, o porque el sujeto presenta limitaciones sociales de algún tipo. Y lo que sucede en cualquiera de los dos casos es que el agresor reincidente termina escalando en gravedad. ¿por qué? Pues porque, igual como hemos mencionado antes, lo que antes satisfacía ya no es suficiente y porque con cada conducta disminuyen aún más las inhibiciones, los frenos morales y los frenos cognitivos Se da lo que se conoce como un proceso de desensibilización progresiva que, como mencionamos, es comparable con la adicción Cuanto más se consume, menos efecto provoca y más se necesita para alcanzar la misma recompensa.

Speaker 3:

Y lo más importante, muchas veces, como también pasa con las drogas, la sociedad no sabe detectar esos patrones hasta que ya es demasiado tarde, hasta que se ha producido un daño irreparable. Y con cada acción la probabilidad de reincidencia aumenta. Por tanto también aumenta la capacidad de cometer errores. Y ahí es donde se facilita la acción social, la intervención judicial. En alguno de esos errores se pilla ese agresor. Pero lo pillamos no al inicio de su carrera, sino que ya, cuando ésta ya está avanzada.

Speaker 3:

Está avanzada¿. Cuál es el tratamiento más adecuado para el reincidente, para romper ese círculo de refuerzo? Pues, ayudar al sujeto a identificar las distorsiones cognitivas ese de bueno lo quería tanto como yo, no es para tanto, no le produce ningún daño restaurar la empatía y, poco a poco, establecer mecanismos de autocontrol. Pero, como decimos, llega un punto en esa escalada de no retorno donde es difícil el tratamiento. Pero esto es muy difícil conseguirlo. Es muy difícil conseguir reparar esas distorsiones cognitivas, restaurar la empatía, establecer mecanismos de autocontrol ¿no? Cuando ponemos al alcance del agresor una fuente de refuerzo tan potente como el entorno digital. Y ahí tenemos las redes sociales, algunas de ellas anónimas, como comentábamos la semana pasada.

Speaker 3:

La pornografía a gran escala, que acapará más del 20% del tiempo que el mundo en general dedica a la navegación por internet cada año, superando el consumo de otras plataformas como Netflix, tiktok o otras que también podemos considerar adictivas, es lo único que sirve para cosificar a las personas. Se tolera cada vez más las imágenes de contenido sexual y también ese entorno de la cultura de la inmediatez, de la que hemos hablado en otras ocasiones, ponen todo esto. El entorno digital pone en bandeja que los potenciales agresores puedan desarrollar sus fantasías para después materializarlas De hecho. Los delitos sexuales facilitados por tecnologías, el grooming, como comentábamos antes, pero también la extorsión sexual o la pornografía infantil, su consumo y tráfico han aumentado más de un 400% en Europa en poco más de una década. Y lo más alarmante es que los datos una vez más ponen negro sobre blanco.

Speaker 3:

Gracias a Internet, tenemos cada vez más nuevos agresores, personas que nunca habían cometido un delito sexual físico previo, pero para los que internet fue el punto de partida de su desarrollo como depredadores sexuales. Con esto vemos algo muy claro la prevención no empieza en la cárcel. La prevención comienza en una transformación social profunda. Una educación de forma afectiva, sí, pero también una educación que entrene en tolerancia a la frustración, tolerancia al estrés, que ayude a establecer límites éticos sólidos, que proporcione un entorno estable, que falta nos hace en las familias, que limite claramente el acceso a internet, sobre todo en la infancia, que aborde la gestión del aburrimiento y la gestión emocional en general. Como podemos ver, es todo un desafío.

Speaker 3:

Pero ¿estamos dispuestos a este cambio como sociedad, a este cambio que requiere tiempo, dedicación y esfuerzo por parte de todos? Ahí, yo digo que está la pregunta del millón ¿Estamos dispuestos a no usar las pantallas como método de distracción para nuestros hijos? ¿Estamos dispuestos a mirar de frente el vacío que hay detrás de tanta hiperconexión, a acompañar a nuestros hijos en lugar de distraer o en lugar de sobreocuparlos con actividades extraescolares? Estamos dispuestos a enseñar con el ejemplo en términos de gestión emocional? porque, como hemos visto, el delincuente sexual y después lo que es el depredador sexual no aparece por arte de magia.

Speaker 3:

Se gestan lentamente en una mezcla de trauma, fantasía, desinhibición, frustración y ausencia de límites. Por tanto no basta con castigar al agresor cuando el daño ya está hecho. Hay que impedir que ese agresor se forme, así que, cuando nos preguntamos si el criminal sexual nace o se hace, la respuesta más honesta es que se construye. Se construye sobre heridas no tratadas, sobre una cultura que erotiza el dominio y que refuerza el fetiche, la fantasía, la depravación sexual y sobre una sociedad que todavía se siente incómoda hablando de la integridad sexual, hablando de límites sanos, porque el libertinaje está de moda y con ello, pues, la ausencia de límites.

Speaker 3:

Y mientras sigamos abordando el tema del sexo con morbo, con falta de rigurosidad o con indiferencia, con el argumento de que bueno, no se hace daño a nadie, eso lo disfrute. Los niños también tienen derechos sexuales, que eso es algo que es alarmante que se hable en esos términos, porque los pone en una situación de extrema vulnerabilidad, pues seguiremos creando monstruos en silencio. Todo empieza por la inocencia de un fetiche, don César, pero lamentablemente puede terminar en la devastación de una víctima. Y ya saben, para seguir escuchando acerca de temas relacionados con la psicología desde el rigor científico, siempre tendrán cerca de ustedes la psicoteca, todos los miércoles, aquí en La Voz.

Speaker 2:

Efectivamente así es. Muchísimas gracias, don Miguel Ángel. Tema sin duda muy peliagudo, muy delicado y desgraciadamente muy de actualidad. Ojalá fuera simplemente una cuestión de especulación científica y no fuera más lejos, pero desgraciadamente es una realidad. Yo le voy a dejar con el tema musical, con la suite del tema musical de una película que es el estrangulador de Boston.

Speaker 2:

La última versión que ha habido sobre el estrangulador de Boston, que fue un auténtico depredador sexual, además asesinaba a muchas de sus víctimas pero abusó sexualmente de la mayoría de ellas. Y todavía sigue siendo un enigma si, efectivamente, de todas esas mujeres fue el verdugo el estrangulador de Boston o, por el contrario, lo fue solo de alguna de ellas. Y intervino más de un criminal en el asunto. Pero sin duda el caso de un criminal en serie, de un asesino en serie, de un abusador, un violador sexual en serie, de un asesino en serie, de un abusador, un violador sexual en serie. Muchísimas gracias, y nos encontramos la semana que viene. Dios, mediante Un abrazo muy fuerte, un abrazo. Y con estos compases del tema principal de la película, el Estrangulador de Boston, hemos llegado nosotros, al final de nuestra singladura de hoy del programa La Voz. Esperamos que se hayan entretenido, que lo hayan pasado bien, que hayan incluso aprendido una o dos cosas útiles. Y, como siempre, nos despedimos con una despedida sureña. God bless you. Que Dios los bendiga.

Speaker 1:

El programa La Voz es una producción de Artorius Incorporated y al amparo del derecho a la libertad de expresión, no se hace responsable de las opiniones vertidas en el curso del mismo.