La Voz de César Vidal

Editorial: La mayoría de los ciudadanos americanos no desea una intervención en Venezuela - 04/11/25

César Vidal

Por César Vidal.

https://www.cesarvidal.tv/editorial/videos/la-mayoria-de-los-ciudadanos-americanos-no-desea-una-intervencion-en-venezuela


En este editorial, César Vidal recuerda cómo la “guerra contra las drogas”, iniciada por Richard Nixon en 1971, se ha convertido en uno de los mayores fracasos de la historia de Estados Unidos: medio siglo de gasto descomunal, millones de muertos y una tolerancia creciente hacia las sustancias prohibidas. A partir de esa reflexión, analiza la situación actual en torno a los ataques estadounidenses contra embarcaciones venezolanas y los planes de intervención militar promovidos por Donald Trump.

A través de los últimos datos de las encuestas, Vidal muestra cómo la mayoría del pueblo americano rechaza cualquier intervención o ataque en Venezuela, desconfía de las operaciones encubiertas de la CIA y no cree que la lucha contra el narcotráfico justifique una nueva guerra. Con su habitual claridad, el doctor Vidal advierte del agotamiento del pueblo estadounidense ante conflictos ajenos —de Ucrania a Gaza— y denuncia la peligrosa tendencia de ciertos sectores políticos a repetir errores pasados bajo el pretexto de combatir el mal.

Un análisis histórico, político y moral que desmonta las ilusiones bélicas de Washington y recuerda que los poderosos parecen gigantes solo porque se les mira de rodillas.

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SPEAKER_01:

La voz con César Vidal, desde el exilio. Muy buenos días, very buenas noches, anda bienvenidos to the new sigladura de la voz. Soy César Vidal. Hoy is the March 4th of 2025, and I dirige to the Hispanoparlans of ambassadors, to the other side of the Atlantic and the Pacific, and I was in the exit. The operation constituted a fracaso total and absolute, but the droughts in a priority national. La guerra contra las drogas se ha saldado desde entonces con un fracaso total durante más de medio siglo. De hecho, el consumo de psicoactivo se mantiene constante pese a que el gasto de la guerra contra las drogas no ha dejado de crecer desde comienzos de la década de los años 70. Entre las razones para ese escandaloso fracaso de las distintas administraciones americanas para acabar con el tráfico de drogas se encuentran la tolerancia creciente hacia su consumo, su admisión en el grupo de los hábitos sociales, su utilización incluso por agencias de inteligencia como forma de financiación de operaciones encubiertas o incluso los intereses de la Big Pharma. Más de 50 años de fracasos continuados que han costado la vida a más millones de americanos que todas las guerras libradas por el país a lo largo de su historia dejan de manifiesto que algo ha debido de hacerse muy mal y que lo que se ha hecho muy mal no se corregirá simplemente repitiéndonos el presente y en el futuro. En las últimas horas hemos tenido nuevas noticias acerca de lo que los ciudadanos americanos piensan sobre posibles intervenciones en Venezuela. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes. Primero, una investigación llevada a cabo por Juke Gov deja de manifiesto que el deseo de los ciudadanos americanos favorable a una intervención militar en Venezuela ha disminuido desde que se produjo el despliegue de unidades navales en el mes de septiembre. Segundo, la mayoría de los ciudadanos americanos se opone a una invasión militar de Venezuela y ha aumentado el número de los que son contrarios a apoyar el uso de la fuerza militar para derribar a Maduro o llevar a cabo operaciones encubiertas de la CIA en ese país hispanoamericano. Tercero, de manera también bastante reveladora, otro informe de JuGOB señala que los americanos están divididos a la hora de juzgar si los ataques contra embarcaciones venezolanas son legales y de aceptar que el Gobierno haya presentado pruebas de que los objetivos de los ataques hayan sido realmente traficantes de drogas. Cuarto, a inicios de octubre, el Senado consideró la aprobación de una ley que limitara la capacidad de atacar barcos, pero la ley no fue aprobada y a la semana siguiente el presidente Trump anunció que había autorizado a la CIA para que llevara a cabo operaciones encubiertas en Venezuela y que estaba considerando realizar ataques militares sobre objetivos terrestres. Quinto, los comentarios de Trump impulsaron al Senado a presentar un nuevo proyecto de ley que evitaría que Trump ataque objetivos en tierra o que declare la guerra a Venezuela. Sexto, en el mes de septiembre, todavía un 36% de los americanos aprobaba, al menos en cierta medida, el despliegue naval, mientras que una cifra superior, el 38%, lo desaprobaba. Hoy en día, los que apoyan el despliegue naval se ha reducido hasta el 30%, mientras que los que lo desaprueban se sitúan en el 37%. Séptimo, el mayor cambio en la opinión ha tenido lugar entre los republicanos. Si en septiembre los que aprobaban la presencia militar cerca de Venezuela era el 68%, ahora se sitúa en el 58%, mientras que los que la desaprueban han pasado del 13 al 17%. Octavo. Tras más de un mes de ataques militares, solo un 27% de los ciudadanos americanos aprueba que se realicen y se destruyan barcos cerca de Venezuela, mientras que el 42% lo desaprueba. Novena. En el caso de los demócratas es el 67% el que lo desaprueba, mientras que solo el 8% lo aprueba. Décimo. También la mayoría de los independientes, un 42% está en contra de los ataques frente a solo un 21% que los aprueba. Un décimo. El ataque sobre objetivos terrestres, que Donald Trump afirma que está considerando, todavía es menos popular entre el pueblo americano que el ataque a los barcos. Un 47% de los ciudadanos americanos es contrario a un ataque militar contra objetivos terrestres en Venezuela y solo un 19% afirma que los apoyaría. Duo décimo. En el caso de los demócratas, un 68% se opone a esos ataques sobre un 9% que los apoya. Décimo tercero. Los independientes se oponen en un 46% a esos ataques, con solo un 13% que los respalda. Décimo cuarto. En el caso de los republicanos, un 38% es partidario, mientras que un 27% se considera opuesto. Décimo quinto. Al igual que sucedía en septiembre, la mayoría de los ciudadanos americanos no desea que Estados Unidos se vea implicado en un conflicto armado con Venezuela. Una mayoría del 55% se opone a la invasión de Venezuela y solo un 15% la respaldaría. Décimo sexto. Tanto republicanos como demócratas e independientes son opuestos de manera mayoritaria a la invasión. Un 73% de los demócratas se opone mientras que solo un 7% la apoya. Un 55% de los independientes se opone y la apoya solo un 11%. Y un 38% de los republicanos se opone a la invasión, mientras que solo un 28% la apoya. Décimo séptimo. Al igual que en septiembre, la mayoría de los ciudadanos americanos es contraria a derrocar a Maduro recurriendo a la fuerza. De hecho, a esa medida se opone el 46%, mientras que solo la apoya el 18%. Décimo octavo. Por lo que se refiere a las operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela, la mayoría de los ciudadanos americanos también se manifiesta contrario a las mismas. El 60% de los demócratas son contrarios frente a solo un 10% favorable. En el caso de los independientes, el 48% es contrario frente a solo un 11% a favor. Y en el caso de los republicanos, un 35% las apoya frente a un 30% que está en contra. Decimonoveno. Otro informe de Jugov, realizado entre the 24 and 28 de October and referred to the attacks llevaded a cabo contra embarcaciones muestra de la population americana contrario a los mismos. El 43% los desaprueba, incluse aunque el Gobierno señale that the person who murieron in los attaques estaban relacionadas con el tráfico de drogas. The ataques are aprobados por una cifra inferior del 42%. De manera bien reveladora, el número de ciudadanos americanos que creen que Venezuela tiene un papel relevante en el tráfico de drogas de Estados Unidos supera la mitad con un 58%. Pero solo un 24% cree la afirmación de Trump de que cada barco que hunde el ejército americano ha salvado 25.000 vidas americanas. Digésimo primero, acerca de quienes navegaban en los barcos hundidos existe una clara división. El 51% cree que era gente que realizaba contrabando de drogas ilegales. El 48% piensa que eran miembros de organizaciones terroristas o criminales y el 43% cree que algunos de los barcos hundidos eran embarcaciones de pesca o civiles. 22. Solo un 38% de los americanos cree que el Gobierno ha presentado públicamente pruebas de que los barcos destruidos por el ejército de Estados Unidos estaban realizando contrabando de drogas ilegales. Y vigésimo tercero, un 54% de los americanos desaprueba las declaraciones de Trump del 23 de octubre en el sentido de que no es necesaria la declaración de guerra y que solo se va a matar a la gente que está trayendo drogas a Estados Unidos. Las aprueba, por el contrario, un 35%. Los ataques llevados a cabo desde hace varias semanas por fuerzas americanas contra embarcaciones procedentes de Venezuela, son objeto de interpretaciones muy diferentes. Para algunos se trataría de una clara voluntad del presidente Trump de provocar la caída de Nicolás Maduro, una caída que hasta ahora no han provocado las urnas ni otras acciones capitaneadas por la oposición. Para otros, independientemente de la valoración del régimen venezolano, se trataría de un conjunto de acciones totalmente ilegales que chocan con el derecho internacional y que además suprimen principios de legalidad como la detención con información de derechos o el sometimiento a un tribunal imparcial. Finalmente, están los que consideran que todo no pasa de ser una acción propagandística encaminada a mantener el voto venezolano, cubano y de otros lugares de origen hispanoamericano, pero sin derribar a Maduro, ya que Estados Unidos no ha dejado en ningún momento de ser el socio comercial número uno de Venezuela, con la Unión Europea ocupando el segundo lugar y estando ambos muy por delante de China, Rusia o Irán. Sea como sea, las sucesivas encuestas ponen de manifiesto dos circunstancias muy concretas. La primera es que la mayoría del pueblo americano no apoya ni los ataques contra barcos venezolanos, ni las acciones encubiertas de la CIA contra Maduro, ni mucho menos una intervención militar en tier. Cualquiera de esas opciones es apoyada solo por una minoría, y eso a pesar de que casi el 60% de los americanos cree que Venezuela desempeña un papel muy importante en el tráfico de drogas. La segunda es que la oposición venezolana y muchos de sus partidarios chapotean en un mundo irreal que tiene muy poco que ver con el sentir y los deseos de la mayoría del pueblo americano. Como sucede en el caso de Cuba o de Nicaragua, la mayoría de los ciudadanos americanos no desea ver su vida complicada por acontecimientos que pueden ser muy tristes para los habitantes de tal o cual país, pero que poco o nada tienen que ver con sus intereses y su vida cotidiana. No creen que el tráfico de drogas obligue a la invasión de un país. Habría entonces que invadir México o Canadá antes que Venezuela. No creen que despreciar el derecho internacional vaya a resultar más efectivo en la lucha contra la droga y no creen en un porcentaje muy elevado a los políticos que llevan décadas arrastrándolos a guerras que carecen de relación con los intereses reales del pueblo americano. A decir verdad, es cada vez mayor el cansancio del pueblo americano por las cantidades astronómicas de sus impuestos que se han dedicado y se dedican a guerras más que dudosas como las que se libran en Ucrania y en Gaza. Añadir una nueva guerra después de las experiencias de Afganistán, sellada con una terrible derrota, de Irak, de Sudán, de Somalia o de Libia, por no hablar de Yugoslavia, no resulta un plato atractivo para consumir. Estas circunstancias también dejan de manifiesto la equivocada estrategia de aquellos que consideran que las nuevas guerras solucionarán problemas viejos. Que haya gente que piense que la guerra de Ucrania iba a provocar la caída de las dictaduras de Cuba o Venezuela o que la caída de Maduro significaría la redención de Hispanoamérica, deja de manifiesto hasta qué punto no abunda el análisis racional, frío y documentado, siendo sustituido por confundir los deseos con la realidad y por pensar que los intereses personales acabarán triunfando si se envuelven en propaganda política. Y eso, aunque significa entregar las riquezas nacionales a multinacionales extranjeras. Es obvio que cada dólar que se ha enviado a Ucrania o a Israel se ha restado de posibles operaciones en otras partes del mundo y no se ha sumado en contra de lo que piensan algunos. La realidad is that a día de hoy, los ciudadanos americanos desean menos una intervención in Venezuela que hace un mes, and previsiblemente incluso el apoyo seguirá disminuyendo in the future. Question aparte is that in all moment the complejo military industrial decide that Venezuela is unplato apetecible, but the moment on Ucrania Gaza and a possible intervention in Nigeria resulta bastante improbable. But no se dejen llevar for el desánimo la frustración, and the poderosos muchas veces parecen gigantes, is also because they contempla the rodillas, and pie.

SPEAKER_00:

Nuestro Señor Jesucristo, el único Dios verdadero, es misericordioso y nuestro Salvador.