La Voz de César Vidal

Editorial: El peligroso envejecimiento del Partido Demócrata - 14/11/25

César Vidal

Por César Vidal.

https://www.cesarvidal.tv/editorial/videos/el-peligroso-envejecimiento-del-partido-democrata-14-11-25

En su Editorial de hoy, César Vidal analiza la profunda crisis de gerontocracia que atraviesa el Partido Demócrata de Estados Unidos, un problema que contrasta con la imagen de juventud y renovación que ese partido proyectó durante décadas con figuras como John F. Kennedy, Bill Clinton o Barack Obama.

A partir del anuncio de la retirada de Nancy Pelosi, ya con 85 años, el editorial repasa cómo la cúpula demócrata se ha llenado de dirigentes de edad muy avanzada, muchos de ellos aferrados al poder pese a mostrar signos de deterioro, como ocurrió con Joe Biden o como sucede con otros líderes del Congreso y el Senado. César Vidal expone también cómo esta situación afecta a la capacidad del partido para conectar con los votantes jóvenes, mientras nuevas figuras emergentes —como Souram Mandani— captan ese apoyo generacional con holgura.

El análisis se completa con el peso de los grandes lobbies, como AIPAC, que acentúan la inmovilidad de un partido envejecido y alejado de los desafíos reales del país. Vidal concluye alertando de las consecuencias políticas de esta falta de renovación tanto para demócratas como para republicanos, y llama a reflexionar sobre la necesidad urgente de un relevo generacional.

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SPEAKER_01:

La voz con César Vidal. Desde el exilio. Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches, anda bienvenidos atrás de la voz. Soy César Vidal. Hoy is el viernes 1425, and I dirijo a los hispanoparlans of ambassadors, to the situation at the one or another later del Atlantic and del Pacífico, and I am. Kennedy no era ni lejanim un radical and much of the aspects traditionally históricos del Partido Democrata, como era the cercanía tocanas, the proximidad al hombre de la calle, and the necesidad de impulsar reformas moderadas para evitar las fricciones sociales. Ciertamente, Kennedy encarnó una visión juvenil que sacudió al país, que tuvo la valentía de abordar cuestiones esenciales y que definiría con un optimismo quizá exagerado toda una época. A la sazón, Kennedy era el símbolo de una renovación nacional que pasaba por un partido demócrata dispuesto a sacudirse de encima a añosas jerarquías y a abordar el futuro con esperanza, factores todos que lograron valiosos aportes, pero que quedaron dolorosamente truncados con el asesinato del presidente y posteriormente la muerte de su hermano Bob. En las últimas horas hemos tenido nuevas noticias sobre el inquietante envejecimiento de los dirigentes del Partido Demócrata. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes. Primero, hace unas horas Nancy Pelosi ha anunciado su decisión de retirarse definitivamente de la política. Segundo, Nancy Pelosi tiene en la actualidad 85 años y durante décadas ha sido una de las presencias continuas en el legislativo y en la política de Estados Unidos. Tercero, como presidente de la Cámara de Representantes, la primera mujer en ostentar ese cargo, Nancy Pelosi resultó esencial a la hora de mantener unido a un partido demócrata aquejado de fuertes fracturas internas. Al respecto, es más que posible que sin ella nunca se hubiera podido aprobar el denominado Obamacare. Cuarto, la retirada, a muy avanzada edad, de Nancy Pelosi coincide con la existencia de una gerontocracia en el seno del Partido Demócrata. Quinto, ciertamente la gerontocracia demócrata quedó trágicamente de manifiesto cuando un disminuido mental como Joe Biden fue presentado a las elecciones presidenciales y posteriormente pretendió optar a la reelección. Sexto, de hecho, el Partido Demócrata se había caracterizado durante décadas por dar una imagen de juventud que tuvo como representantes obvios a John Fitzgerald Kennedy, a Bill Clinton, a Barack Obama e incluso a un Lyndon B. Johnson, que llegó a la Casa Blanca con 55 años. Séptimo, en la actualidad hay más de 50 miembros demócratas de la Cámara de Representantes que tienen más de 70 años de edad, incluida Nancy Pelosi, en comparación con 30 del Partido Republicano en esa misma situación. Octavo, desde el inicio de este año, tres demócratas de la Cámara de Representantes han muerto en el ejercicio del cargo a avanzada edad. Noveno. Situaciones como esas han reforzado el control reducido que los republicanos tienen sobre la Cámara, y así cuando el presidente Trump decidió colocar Washington bajo el control de la Guardia Nacional, Elinor Holmes Norton, la única representante de la ciudad en la Cámara de Representantes, no se encontraba presente. Décimo, Elinor Holmes Norton, que tiene 88 años de edad, da una impresión repetida, como sucedía con Biden, de no reconocer ya a gente con la que ha tenido trato durante años, y sin embargo, aspira a la reelección. Un décimo. Los demócratas del Senado además son regidos por Chuck Schomer, que tiene nada menos que 74 años de edad, y que, sobre todo, está demostrando una debilidad inquietante. Duodécimo. Chuck Schomer, además, aspira a que otros ancianos entren en el Senado, como es el caso de Janet Mills, la gobernadora de Maine, que tiene 77 años de edad, y que de ser elegida se convertiría en el miembro del Senado más anciano de los elegidos por primera vez a lo largo de la historia de Estados Unidos. Décimo tercero. No deja de ser tan bien significativo que el legislador demócrata que tiene conexiones aparentemente más estrechas con los jóvenes sea Bernie Sanders, de 84 años de edad. Décimo cuarto. Todo esto sucede en una época en la que triunfos electorales como el de Soran Mandani dejan de manifiesto que los políticos jóvenes han crecido en un ambiente que les permite captar mejor el voto joven y controlar formas de alcance social como las redes. Mandani, de hecho, ganó al público joven por una diferencia de 34 puntos. Y decimo quinto, el problema resulta especialmente grave porque, según deja de manifiesto una encuesta Pew realizada en el pasado mes de septiembre, el 59% de los votantes de tendencia demócrata desconfían de la dirección del partido en el Congreso y en el Senado. Uno de los grandes problemas que aquejan en este momento al Partido Demócrata es la innegable existencia de una cúpula formada por gente anciana que se aferra a sus cargos y que además pretende que la sustitución en determinados puestos se limite en buena medida a gente de más de 70 años. Si a eso se añade la acción de los lobbies, como la poderosísima IPAC, que ha financiado el 100% de las campañas de los miembros del Senado y más del 90% de los de la Cámara de Representantes, puede imaginarse sin dificultad la parálisis de buena parte del partido a la hora de enfrentarse con los desafíos reales que enfrenta Estados Unidos. Aunque quizá el caso más patético haya sido el de un Senil Biden, que durante sus cuatro años en la Casa Blanca ni siquiera firmó la mayoría de las órdenes ejecutivas y que perdía el hilo de la realidad de forma continua, lamentablemente ese caso no es aislado. A decir verdad, el Partido Demócrata atraviesa por una crisis de gerontocracia verdaderamente deplorable. Una crisis that provoca un daño innegable to the nation, which is paralelos in a particular republicano con un inquilino in the Casa Blanca that just 79 years and manifest a distanciation between the reality and the interest personality of a casta more than privilegiada. But no disanimo or the frustration, and the poderosos much gigantic is also because they contemplate the rodillas and pie.

SPEAKER_00:

Nuestro Señor Jesucristo, el único Dios verdadero, es misericordioso y nuestro Salvador.