La Voz de César Vidal

Así fue España: El Cid (XVI): Los almorávides atacan de nuevo - 08/12/25

César Vidal, Lorenzo Ramírez

Con César Vidal y Lorenzo Ramírez.

https://www.cesarvidal.tv/asi-fue-espana/videos/el-cid-xvi-los-almoravides-atacan-de-nuevo-08-12-25


En este episodio de “Así fue España”, César Vidal y Lorenzo Ramírez continúan la vida del Cid Campeador en su momento más decisivo: el regreso de los almorávides y la defensa de Valencia. 

Veremos la alianza con el rey Pedro I de Aragón y el joven Alfonso el Batallador, las maniobras militares en Peña Cadiella, Játiva y las angostas tierras de Bairén, donde el Cid inflige una nueva y devastadora derrota a las tropas islámicas. 

En paralelo, Yusuf vuelve a cruzar el Estrecho, derrota a Alfonso VI en Consuegra y en esa batalla muere Diego, el único hijo varón del Cid, un golpe moral y familiar enorme que marca el destino de su linaje. El programa analiza también la toma de Almenara y el largo asedio de Murviedro (Sagunto), con su guerra psicológica de plazos y prórrogas, que termina de asegurar el territorio valenciano bajo el Cid. Todo ello, contado desde las fuentes originales y desmontando mitos para acercarnos a la verdadera historia de España.

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SPEAKER_00:

Así fue España, con César Vidal y Lorenzo Ramírez.

SPEAKER_02:

Bueno, pues estamos de regreso y estamos de regreso para dar inicio a ese programa Doble y Sesión Continua que todos los lunes en la voz dedicamos a la cultura hispánica. Primero, como saben ustedes, en esa primera parte del programa Doble y Sesión Continua tenemos el Así fue España. Les contamos esa historia de España que les han ocultado, les han mentido, les han tergiversado, les han manipulado durante mucho tiempo, y aquí les contamos todo, partiendo de las fuentes, analizando las fuentes, criticando el contenido de las fuentes para que conozcan ustedes la verdadera historia de España. Y ahí el que se queda con nosotros un ratillo para cabalgar a lo largo de esos solares de la historia hispánica es don Lorenzo Ramírez, que lo vuelvo a saludar. Muy buenas noches, don Lorenzo.

SPEAKER_04:

Buenas noches, don César, preparado ahí para. Ya veo asomando por ahí a las huestes de Yusuf sin Yusuf.

SPEAKER_02:

Evidentemente apareciendo. Efectivamente, sin Yusuf, pero ahí, y para que les dieran otra vez, para el pelo, como que diría un castigo. Al Morávides Revisited. Exactamente. El Morávides, sí, esto sería la aventura continua, o algo así, sí, sí. Y bueno, ya saben ustedes que después de esto, de este ratillo que se queda con nosotros tan gentil y amablemente, don Lorenzo Ramírez, entramos en la segunda parte y ahí tendremos a Doña Sagrario Fernández Prieto, que con sus palabras al aire nos intentará hacer que hablemos y escribamos, siquiera un poquito mejor en español, que es, desde luego, el mayor legado que ha dejado España al acervo común de la humanidad. Pero bueno, don Lorenzo, nos quedamos la semana pasada en que el CID ponía orden en Valencia, estuvimos explicando esa política con las poblaciones moras, sometidas, cómo ponía orden, y nos encontramos ahora con que, esto lo apuntamos la semana pasada, los almorávides regresan. Esto es el regreso de los almorávides, porque el propio Yusuf, ex emperador de los almorávides, consideraba que la Valencia en manos del Cid era como si le hubieran metido una piedra en el ojo que, por supuesto, estaba deseando quitarse. Esa es la realidad. ¿Qué sucede en el caso del Cid? Bueno, pues el Cid, que ve que vuelven otra vez los almorávides, pide ayuda al rey de Aragón, al rey Pedro, que ha tomado huesca y que apenas ha tomado huesca, mientras está organizando huesca, y lo hace en términos bastante más duros que el Cid con los moros de Valencia, le llega un mensaje del Cid diciendo que venga en su ayuda porque los almorávides vuelven a avanzar al sur de la región valenciana. Y efectivamente, el rey Pedro de Aragón responde a esa petición del Cid y se lleva con él a su hermanito pequeño que era Alfonso. Este infante Alfonso, vamos a tener ocasión de hablar de él en el futuro, pasaría la historia como Alfonso el Batallador, un futuro conquistador de Zaragoza, de Tudela, uno de los grandes reyes de Aragón, y es un personaje que va a aprender muchísimo al lado del Cid. Él llega como infante, es un chico todavía que está haciendo el meritoriaje, que tiene que aprender cosas, y el cid le va a enseñar mucho. Y de hecho, como apuntábamos ya la semana pasada, cuando Alfonso empiece a desplazar a esas poblaciones islámicas a través de la Reconquista, él va a ir copiando precisamente lo que ha aprendido del Cid. El socorro que envía a los aragoneses llega a Valencia antes de los 12 días que ha establecido de plazo el Cid. Los aragoneses, esto tampoco es que lo hicieran por amor al arte, ni mucho menos. Ellos eran conscientes de que Valencia era el gran tapón, el gran estado colchón para evitar el avance de los almorávides sobre el sur del Reino de Aragón, y efectivamente él recibe en esos momentos a las tropas aragonesas, y los dos, el Cid y el rey Aragonés, se encaminan hacia el castillo de Peña Cadillaya. Este es un castillo que en el año 1991 el Cid había reedificado para guardar dos pasos estratégicamente muy importantes. Uno era el de Játiva, el otro era el de Gandía, y estos daban entrada a la llanura de Valencia por el sur. Y realmente era muy importante, porque en esos momentos esa plaza estaba sin recursos para sostenerse si los almorávides que se habían establecido en Denia rebasaban la sierra de Benicadel, que estaba defendida por este castillo de Peña Cadillaya. Es muy interesante hacerse una idea, visualizar la geografía del lugar. Para llegar a Peña Cadillaya, el Cid escogió el camino más corto, que era el de ir por Játiva, pero al acercarse a esta ciudad, descubrió que el sobrino de Yusuf, Mohamed, no el hijo, sino el sobrino.

SPEAKER_04:

Claro, porque Yusuf mandaba al hijo, pero también mandaba al sobrino.

SPEAKER_02:

Y efectivamente, él se encuentra, el Cid descubre que Mohammad, el sobrino al que había derrotado en el cuarte, como lo contamos hace varias semanas, tenía en esos momentos, pues nada más y nada menos que un ejército de 30.000 jinetes, que es algo impresionante. Podemos estar hablando de unas fuerzas de infantería que podían ser el doble, el triple o más. Y además estaban en muy buena situación, porque al sur de Játiva, los montes oprimen totalmente el valle y los almorávides se habían apoderado de las alturas que dominaban el camino. Estaban en una situación táctica difícilmente mejorable. La idea de ellos era que el Cid no iba a avanzar. Pero lo cierto es que el Cid, de una manera totalmente inesperada, avanza, y lo que sucede es que los moros parece ser que se hartaron de gritar desde las alturas de los montes, pero no se atrevieron realmente a enfrentarse con el Cid. Es más, es muy posible que no quisieran atacarlo entonces en la idea de que el Cid siguiera hacia la región montañosa, y entonces en la región montañosa lo podían emboscar y aniquilar. El Cid Campeador y el rey Pedro de Aragón llegan hasta el valle de Albaida, envían cabalgadas a un lado y a otro, se llevan todo lo que pueden, lo llevan hacia los recintos amurallados de Peña Cadillac, con lo cual la plaza va a aguantar. Y ahora el Cid tiene que volver hacia Valencia. Y entonces el Cid escoge ahora el camino más largo para evitar esas zonas fragosas de Játiva, donde estaba el ejército enemigo, y entonces se dirige hacia el mar y asienta su campo junto con el del rey Pedro de Aragón, frente a las alturas de Bayrén. Esta era una zona también muy difícil, porque en estos momentos todo el paso de Bairén ahora mismo es muy ancho, siquiera por la forma en que el mar se ha ido retirando de la costa, pero a lo largo de los siglos. Pero claro, en aquel entonces esta era una zona muy estrecha y muy peligrosa para el Cid. Y de hecho, lo que sucede en ese momento es que cuando están saliendo, están intentando salir por lo más peligroso de ese camino angosto, aparece Mohamed. Y efectivamente, la situación que se plantea tácticamente para los castellanos del Cid y los aragoneses del rey Pedro, es muy difícil. Además, disparaban desde el mar, ¿no? Con Ballesta. Exactamente, exactamente. El paso estaba mucho más cerrado, era mucho más peligroso. Junta no más que mar, ¿no? Sería. Sí, que a la avenida de Játiva, porque, para terminarlo de arreglar, aparte de ser estrecho, como usted muy bien dice, había una cooperación de la flota enemiga, y desde la flota enemiga, hombre, no podían utilizar la artillería de hoy en día, pero utilizaban la ballesta, lo cual no era ninguna tontería, es decir, eso podía hacer estragos. De hecho, lo que recogen las fuentes es que en esa situación en la que estaban atrapados entre la tierra y el mar, buena parte del ejército del Cid y del ejército aragonés, efectivamente, comenzó a desalentarse. O sea, se vieron venir que estaban atrapados entre dos fuegos y que aquello podía acabar muy mal. ¿Qué sucede en ese momento? Pues habitualmente lo que hacía el Cid no se a Milana, decide que va a sorprender totalmente a sus enemigos si decide avanzar y efectivamente se lanza al encuentro de los almorávides. Al mediodía, tanto Rodrigo como el rey de Aragón avanzan con el grueso de las fuerzas, se lanzan sobre unos almorávides que se quedan sorprendidos, porque ellos habían pensado que aquí lo que iba a suceder era que atraparían en una situación que les permitiría emboscar al Cid, y lo que sucede en un momento determinado es que, por supuesto, el Cid consigue derrotar a los almorávides en una derrota que, como mínimo, como mínimo, fue tan grave como la derrota de Cuarte. Muchísimos murieron a filo de espada, muchísimos murieron al querer remontar el río Jaraco, la gran mayoría de ellos, intentando llegar a la flota para huir, se ahogaron en el mar y se ahogaron en los marjales. Y la verdad es que esta fue una derrota verdaderamente espectacular de los almorávides que volvían a ser batidos por el Cid, que demostraba una vez más que era prácticamente el único que se sabía enfrentar con ellos. De esta campaña va a salir una colaboración del Cid con el rey Pedro, que, puesto que le ha ayudado y le ha ayudado de una manera importante, le pide en ese momento que se dirija con él al norte hacia las playas de Castellón, y efectivamente allí va el Cid, toman una fortaleza que es la de Montornés, y después de eso, pues el rey Pedro regresa a Aragón y el Cid regresa a Valencia. ¿Qué estaba sucediendo mientras tanto con Yusuf? Bueno, Yusuf había pasado el estrecho por cuarta vez, había llegado a Córdoba, y estaba pensando que hasta que pudiera finalmente reconquistar Valencia para el Islam, Toledo era un objetivo absolutamente esencial. Y avanza hacia Toledo. Por supuesto, el rey Alfonso le tiene que salir al encuentro. Y en ese momento le pide al Cid que vaya a socorrerle. El Cid no puede, porque está en esos momentos ocupado en Valencia y en la administración de Valencia, pero le envía a su hijo Diego, que tenía en torno a 22 años, para que lo socorra, para que ayude Alfonso con tropas que son del Cid, que no mandan al Cid. Cerca de lo que hoy sería Consuegra, ¿no? Exactamente, exactamente. Los musulmanes invaden la frontera de ese Toledo y llegan a las cercanías de lo que ahora es Consuegra. Y de nuevo, los almorávides opinan una derrota verdaderamente desastrosa al rey Alfonso. De nuevo, Alfonso no ha aprendido nada, no tiene la capacidad de reacción que tiene el Cid, y es derrotado espectacularmente en Consuegra. De hecho, el rey Alfonso apenas tiene tiempo para refugiarse en Consuegra y quedarse allí ocho días, que es lo que tardan los almorávides en reacción.

SPEAKER_04:

En todo caso, salió vivo, ¿no?

SPEAKER_02:

No como el hijo del Cid. No como el hijo del Cid. Efectivamente. Y aquí se produce una situación que es tremenda, porque efectivamente el hijo del Cid, Diego, muere en ese combate cerca de Consuegra, que por otro lado es uno más de las derrotas, de los combates de los que van a emerger como vencedores los almorávides, porque poco después derrotan también a Álvar Fáñez, y en un momento determinado, en todo lo que es el final del reinado de Alfonso VI, las derrotas y las pérdidas se van sumando. Es decir, pierde Csuegra, pierde Cuenca, pierde Güete, es decir, pierde prácticamente todas las defensas que tenía Toledo al sur del Tajo. Y realmente, de no haber existido un Cid que estaba en Valencia y que seguía siendo un acicate para los ataques de los almorávides, no sabemos si los almorávides no hubieran llegado a repasar el Tajo y hubieran vuelto a tomar Toledo. Eso hubiera sido muy sencillo.

SPEAKER_04:

Luego el golpe moral también para el propio Cid. No solo porque muriera su hijo, que tenía poco más de 20 años, sino porque era el único chico, ¿no? Luego ya se puede ser. Exactamente con la Cristina y María, se llamaba.

SPEAKER_02:

Efectivamente, lo que era terrible, y vamos a intentar analizarlo y algo, pero digamos que después de vencer en Cuenca, Ben Aisha, que es el caudillo de los almorávides, se dirige contra el Cid. Considera que la situación está madura, es verdad que el Cid los ha derrotado en Bairén, pero piensan que no pueden olvidar esa Valencia. Y entonces Ben Aisha se encamina hacia el Cira con la idea de encontrarse con el Cid. Verdaderamente, la situación del Cid, como señala usted, era una situación que no era en absoluto fácil. La gente de Alcira huye ante el avance de los almorávides y llegan a Valencia. Ahí no hubo lucha, salieron corriendo. Exactamente. Exactamente. Eso es desastroso. El rey Alfonso y Álvaro Áñez han sido derrotados continuamente y él, como usted muy bien señalaba, ha perdido a su hijo. Álvar Fáñez, que además era su primo. Exactamente, y vamos a ver, la pérdida de un hijo siempre es terrible. Hay quien considera que es la causa de depresión más demoledora que existe, y es el hecho de que un padre o una madre pierdan a un hijo. Mucho mayor que cuando un hijo pierde a un padre o una madre. Sí, sí. Por regla general. Yo supongo que, entre otras razones, porque el hijo que pierde a su padre o a su madre sabe que eso es ley de vida y sabe que es algo natural. Mientras que el padre que pierde a un hijo se encuentra con algo que es totalmente antinatural. Pero además, hay otro elemento que no se puede olvidar y que hay que tener en cuenta, y es el hecho de que en última instancia la familia, en esa época de la historia, tenía una relevancia muchísimo mayor que la actual. Entre otras cosas, porque no existía un sistema de seguridad social, no había pensiones, no había retiro, etcétera, etcétera, y la seguridad de los padres estaba en tener hijos. Algo, por ejemplo, que tengo que decirle que todavía está muy vigente en China. Es decir, en China, incluso los nombres para los distintos hijos, el hijo mayor, el hijo segundo, etcétera, son diferentes porque tienen una serie de funciones de cara a la familia. Claro, en ese momento, la muerte de su único hijo varón para el Cid significa que no hay una continuidad de la familia. Y alguno diría, hombre, pues si tenía dos hijas, sí, pero las hijas no le iban a suceder a él. Las hijas se iban a integrar en la familia de los maridos, como era totalmente lógico y natural. Y la línea del Cid acaba con la muerte de su hijo Diego, cosa que parece ser que efectivamente realmente le afectó muchísimo en ese sentido. Estaba todavía en edad de enfrentarse con los almorávides y desquitarse de la muerte del hijo, pero evidentemente la posibilidad de tener otro hijo varón era absolutamente imposible. Y, en última instancia, en ese momento se produce la toma de Almenara por parte del Cid. Almenara era una villa que había traicionado al Cid, y el Cid la toma después de un sitio de tres meses, los hizo desalojar e inmediatamente marcha sobre Murbiedo. En Murviedo se va a producir un episodio que demuestra un poco lo que era la caballerosidad de la época. Y es que cuando él llega, según las costumbres de la época, les da tiempo a los habitantes de Murviedo para que pidan refuerzos. Y entonces, de acuerdo con esas normas que hemos visto en algún episodio anterior, el sitiador llegaba y le decía: Bueno, tienen ustedes tantos días para que les lleguen refuerzos. Si no les llegan, más vale que se ríen. Guerra psicológica también, ¿no? Exactamente.

SPEAKER_04:

O sea, tres meses, fueron tres meses, ¿no?

SPEAKER_02:

Exactamente. Y entonces, pues aquí hay que rendirse. Les dio 30 días, del 1 al 30 de abril del año 1098, para que les llegaron refuerzos. Y bueno, los moros de Murbrido empezaron a escribir a todo el mundo. Escribieron a Yusuf el Almorávide, escribieron al rey Alfonso, escribieron a Mostain de Zaragoza, escribieron al rey Ben Racine, escribieron al Conde de Barcelona. Vamos, es que no les quedó nadie del mundo civilizado alrededor a quien acudir. Bueno, el rey Alfonso dijo que ni hablar, que con él no contasen, porque prefería que Murgriedo estuviera en manos de Rodrigo Díaz de Vivar el Cid que de un rey Moro. Mustain, que efectivamente no se iba bien con el Cid, pues este les dijo que estaba muy ocupado en ese momento, pero que de todas formas que ellos se animaron. Que va a ser que no, va a ser un poco. Que va a ser que no, efectivamente. Pero que ellos, su deber como musulmanes. A resistirse al Cid. Ben Racin, que llevaba ya en el trono a lo tonto, a lo tonto, 54 años, pues les dijo que resistieran todo lo que pudieran, pero que él ayudarles no podía tampoco ayudarles. Los Alcaides almorávides, ni la menor intención de volver a encontrarse al Cid, porque sabían en qué acababa aquello, y que, en fin, que apoyarlos los apoyaban, pero que hasta que llegara Yusuf ellos no hacían nada, y el conde de Barcelona, pues tres cuartos de lo mismo. El conde de Barcelona, además, ya era uno jovencito, el conde anterior estaba penando sus pecados en Tierra Santa, y el joven, pues efectivamente, no había nada más que hacer.

SPEAKER_04:

Aún así, le dio una prórroga al Cid, ¿no?

SPEAKER_02:

Les dio prórrogas, les dio prórrogas, les concedió otros doce días más de plazo. Cuando pasó el segundo plazo, que acababa el 12 de mayo, les dijo que entregaran la plaza. Los de Murbrido dijeron que, hombre, como estaba cerca la Pascua de Pentecostés, que se traían el 16 de mayo.

SPEAKER_04:

Ojo que los términos eran. Ojo que los términos eran lo que decía el CIDED. Dice, bueno, si pasados los 12 días no me entregáis el castillo, inmediatamente a cuantos de vosotros pueda haber a las manos, os haré quemar vivos o de gollar sin compasión. La presión existía.

SPEAKER_02:

La presión existía. Bueno, estos lograron otra prórroga, pero dijeron: hombre, total habría que entregar el 12 de mayo, Pentecostéses el 16 de mayo, hombre, vamos a esperar. Y finalmente, finalmente, esta gente acabó marchándose, sobre todo desde el momento que el Cid les dijo que se podían llevar los bienes muebles que tenían. Ahí así, ¿no?

SPEAKER_04:

Esperaron hasta junio, casi, esperaron hasta el día de San Juan.

SPEAKER_02:

No, hasta final, hasta el día de la Natividad de San Juan, que es el 24 de junio del 98, y ahí el Cid efectivamente ocupa finalmente la fortaleza de Murbrido, y hay que decir que a partir de ese momento el territorio de Valencia queda totalmente asegurado para el Cid. Los almorávides han sido derrotados una vez más, han sido derrotados en toda regla y, al menos en apariencia, y de momento, y mientras viva el Cid, pues el peligro ha quedado prácticamente conjurado.

SPEAKER_04:

Todo el episodio, don César, si me permite, en referencia a lo de Peña Cadilla, todo el episodio en torno a Peña Cadillac en general, bueno, de hecho el propio nombre es muy posible que venga de esta batalla, ¿no? Lo de Peña Cadilla. El término Cadilla o Cadillac puede estar relacionado con corte, con herida, con Peñasco Cortado, y se interpretó popularmente como referencia a la batalla. Tiene mucho predicamento, sobre todo in la zona de Alcoy, donde hubo también muchas campañas del Cid and se recuerda mucho que esa figura o esa también circunstancia casi mítica que está en el ADN de los de Alcoy de aguantar a toda costa y al final salir triunfando, ¿no? Lo de más moral que la Alcoyano viene un poco de ahí. Y esas campañas de Cid de Alcoy se sitúan a Peñacadilla como en la tradición como un punto de paso muy importante. Todas estas batallas, que sobre todo en muchas de ellas, pues carecemos de muchas fuentes, ojalá pudiéramos tener más fuentes para ir reescribiendo y sobre todo, más que reescribiendo, relatando todo lo que sucedió en aquellos momentos, sí que tiene muchos componentes míticos que luego han sido recogidos en muchas fiestas populares, en muchos nombres de localidades, y en ese camino del Cid, ¿no? También.

SPEAKER_02:

Efectivamente. Yo creo que además es un periodo apasionante, como hemos tenido ocasión de ver. Y la semana que viene, que tenemos el último, así fue España del año, vamos a seguir hablando del Cid. Pero con eso de que se acerca la Navidad, la gente tiene más tiempo libre, tiene que hacer regalos, hace compras, en fin, tiene que distraerse. Vamos a hablar del Cid, pero vamos a hablar del Cid, cómo ha aparecido en la literatura. Por si la gente quiere comprarse, por ejemplo, las mocedades del Cid y disfrutar con una obra de teatro que luego tuvo su seguimiento fuera de España. Vamos a hablar de las películas del Cid, que no hay muchas, pero hay alguna que verdaderamente es épica, aunque se distancie un poco de la realidad. Vamos a hablar incluso de las óperas que se han hecho sobre el Cid, y, en fin, esperamos que la gente vaya a despedir al Cid por el año, aunque a inicios del año que viene, pues ya sí que acabaremos con el Cid y continuaremos contando el así fue España, y tenemos que contar cosas que son tremendamente interesantes.

SPEAKER_04:

El episodio, entonces, de la muerte del Cid va a ser el primero después de las vacaciones de Navidad, ¿no? Posiblemente.

SPEAKER_02:

Posiblemente, posiblemente, el primero o el segundo. Y ahí nos despediremos del Cid, que en fin llevamos meses con él. Como ha dicho usted en alguna ocasión en privado, casi parece que en vez de así fue España, es así fue el Cid.

SPEAKER_03:

Lo he dicho hoy también en abierto, o sea que vale.

SPEAKER_02:

Pero el personaje efectivamente se lo merece. Yo creo que nuestros oyentes lo agradecerán, y en cualquiera de los casos, pues así seguimos.

SPEAKER_04:

Sí, porque además es lo que comentaba antes, ¿no? Que muchas de las referencias que tenemos son escasas y manipuladas. Entonces, claro, si juntamos las dos cosas, pues el personaje del Cid, que es un referente para todo lo que tiene que ver con la historia de España, pues es un gran desconocido a pesar de todo ello. Aunque la semana que viene, si vamos a recomendar o va a usted a recomendar algunas obras, pues nada, que sepa el personal que ya se tiene que venir casi con el lápiz y el papel preparado. Aunque el formato podcast es muy cómodo, señores. Removinen un poquito y ya está. Está Donisaca ahí con la aplicación que funciona estupendamente. Fuerte abrazo, César.

SPEAKER_02:

Un abrazo muy fuerte. Hasta mañana, don Lorenzo. Hasta mañana.